Tres entidades en  defensa de los animales y la naturaleza, ONG ADDA, DEPANA y Fundación Franz Weber, se han unido y han presentado una queja formal ante la Comisión Europea —que ya ha sido aceptada a trámite— por considerar que el Decreto Ley 22/2011 que modificaba el texto refundido de la ley catalana de protección de los animales 2/2008, por el que se establece un régimen provisional de captura en vivo y posesión de pájaros fringílidos (cantores) para la cría en cautividad dirigida a la actividad tradicional de canto durante el año 2011, va en contra tanto de la ley española como la catalana y la misma legislación de la Unión Europea.

En el mes de junio de 2012, el Parlament de Catalunya, con los votos de CiU, PSC, PPC y ERC, dio luz verde a la tramitación apresurada de un proyecto de ley que modifica la ley de protección de los Animales para «desclasificar» tres especies de pájaros cantores del anexo de la ley catalana de protección que había promovido hacía años el mimo partido Convergència i Unió, CiU, algo que tratándose de animales no es la primera vez que ocurre. El fin era permitir la captura, cría en cautividad y su comercio teniendo en cuenta que alguno de estos pájaros alcanza elevadas sumas. Los grupos que han presentado enmiendas a la totalidad, ICV-EUiA y Solidaritat (SI), han rechazado descatalogar las aves fringílidas como especies protegidas y han defendido que se mantenga la prohibición de capturarlas, criarlas en cautividad y comercializarlas.

Así pues el número de aves fringílidas que ahora se podrán capturar y comercializar asciende aproximadamente a 60.000 y las especies «desclasificadas» son: el pinzón común, el jilguero, el verderón y el pardillo. Se inicia con ello un nuevo contencioso, que ya ha existido anteriormente. Aparte de lo anterior no hay que olvidar que el furtivismo es otra de la lacras que expolia la naturaleza y es lamentable que la administración en vez de mantenerse firme en defensa del medio ambiente y su preservación, se vea sometida a presiones de grupos minoritarios, especialmente radicados en el sur de Cataluña, que tan solo buscan su propio beneficio.