ADDA Defiende los Animales ha tenido acceso a una carta abierta (11/12/2002) que el Comisario de la Unión Europea Franz Fischler (denostado por muchos agricultores y ganaderos españoles) ha dirigido a los marineros y pescadores de la UE.

Modelo de escrito por su seriedad, rigurosidad y sensibilidad en donde, sin demagogia pero con energía, expone la situación a todos los implicados del sector pesquero. ¡Qué diferencia al leer esta larga misiva de otros ampulosos y huecos escritos y declaraciones que se acostumbran a escuchar de tantos políticos!.

Fischler habla claro y se le entiende todo; hay que encontrar soluciones inmediatas a la actual presión insostenible que están soportando los caladeros. Soluciones que por un lado permitan la repoblación y mantenimiento de las zonas pesqueras y por el otro, dotar de ayudas suficientes para que los empleos y puestos de trabajo dependientes ahora del mar, puedan integrarse en otros colectivos.

Se muestra contrario a las actuales subvenciones que se dan para la modernización de la flota o la construcción de nuevos barcos y prefiere dedicarlas a la mejora de la seguridad, las condiciones de trabajo y la higiene a bordo. Pero no para aumentar la flota “es inútil repartir dinero con una mano para el desguace de buques y con otra para la construcción de nuevos”. Sin caer en el catastrofismo expone la situación, por ejemplo, desesperada del bacalao del Mar del Norte reducida a 37.000 toneladas, cuando en el Canadá ya ha desaparecido.

La política de las subvenciones actuales, a pesar de todo, ha llevado a la perdida de 8.000 empleos año tras año, sin que nadie hable de ello. La flota actual es demasiado grande y lo que necesitan marineros y pescadores para poder sobrevivir son recursos pesqueros en cantidades suficientes “sólo con una política pesquera reformada a fondo será posible asegurar los puestos de trabajo a la larga”

Y finalmente, reafirmándose en la autoridad que le compete por su cargo de Comisario, se muestra firme en tomar decisiones restrictivas a las subvenciones de las flotas a partir del primero de enero de 2003 si el Consejo no llega a ninguna decisión sobre la reforma.

ADDA, en su vertiente conservacionista, alaba la firmeza de Fischler y se muestra contraria al abuso desenfrenado que en los últimos años han sufrido nuestros mares, con nuevos sistemas, aparejos y aumento desmesurado de embarcaciones, esquilmándolos en una política de pan para hoy y hambre para mañana, y es decididamente proclive por una regulación urgente de la pesca aumentando las restricciones y controlando con severidad su cumplimiento para mantener nuestros mares en una situación de biosostenibilidad de los peces.