Millones de personas en todo el mundo se habrán deleitado con los documentales sobre la naturaleza aparecidos en las más importantes cadenas televisivas del mundo, con un total —y lógico— desconocimiento de quién había detrás de la cámara. Era Hardy Jones, estadounidense, que falleció en diciembre de 2018. Un hombre valiente y comprometido que dedicó su vida y sus habilidades a mostrar al mundo entero la belleza de los delfines y sus hábitats oceánicos, así como para denunciar a quienes los hacen sufrir y los explotan.

Hardy Jones produjo más de 75 películas para PBS, National Geographic, Discovery Channel y Turner Broadcasting System. Su amor por los delfines comenzó en la década de los 70 del siglo pasado, cuando filmó los «delfines manchados» en las Bahamas y entró en contacto con ellos. En 2011, escribió un libro titulado La voz de los delfines, en el que describe sus más de 30 años de estudio y filmación de delfines salvajes, así como sus esfuerzos realizados en su defensa.

La pasión de Hardy Jones por defender a los delfines lo llevó al Japón, en donde se mataban a los delfines para obtener su carne. En 1999, fue la primera persona en atraer la atención internacional sobre su matanza en Taiji y Futo, imágenes obtenidas mediante el uso de una cámara oculta y que conmovieron al mundo. Con la ayuda de las organizaciones locales conservacionistas en Futo, Hardy finalmente convenció al principal cazador de delfines de que los delfines valían mucho más vivos que muertos, proponiendo un proyecto de ecoturismo que acabó con la caza de delfines en Futo en 2002. Aunque el fin de la caza de delfines en Taiji fue el reto más complicado de conseguir, su trabajo sentó las bases para las campañas que continúan hasta el día de hoy.

A través de BlueVoice (año 2000), la organización que fundó junto al actor Ted Danson, continuó su trabajo contra la caza de delfines en Japón, así como en Perú, y alertó sobre la contaminación de los océanos. Estudió los impactos de la marea roja y las muertes asociadas a los cetáceos, el sacrificio intencional de delfines en Perú para usarlos como cebo para tiburones y los niveles de mercurio en humanos que comen carne y grasa de cetáceos, incluidos los lugareños de las islas Feroe.

ADDA Defiende los Animales muestra su profunda admiración por Hardy y su tenaz esfuerzo en favor de los delfines; labor más que meritoria en momentos críticos en que tan necesarias son personas como él, y lamenta muy especialmente su pérdida. (Fondo documental AWI Quartely. EE. UU.)

Ong ADDA  -Junio 2019