Postales desde Asia - Franck Gueffier

ADDAREVISTA 35

La Oficina de Turismo de Malasia ha editado un folleto de cuarenta páginas elogiando sus parques nacionales. El folleto muestra una situación totalmente idílica del paisaje del país con el propósito de promocionar el ecoturismo, muy de moda actualmente, que resulta una fuente de ingresos nada desdeñable. Pero detrás de esas magníficas postales de arena blanca, arrecifes de corales, y junglas vírgenes se oculta una realidad muy distinta: los parques nacionales, zonas protegidas por definición, son invadidos por pandillas de cazadores furtivos, y casi la totalidad de los bosques circundantes han sido cedidos a las compañías forestales. No se salva ningún ecosistema: manglares, lagos, ríos, arrecifes de coral… Todos sufren irremediablemente el efecto devastador de la actuación del hombre. Esta situación se repite en todo el sudeste asiático y, en general, en el conjunto de Asia, un continente superpoblado.

En Malasia, Vietnam, Camboya, en Tailandia y en Indonesia se constata lo mismo: ¡la situación de la fauna y la flora es catastrófica! pájaros, reptiles, o mamíferos son cazados y desposeídos de su hábitat, por lo que poco a poco desaparecen ante la indiferencia del hombre. Abandonan el escenario del gran teatro donde se interpreta una obra magistral: el milagro de la vida en la tierra.

MALASIA PENINSULAR

Bosques primarios de ciento treinta millones de años, asolados. He cruzado la frontera entre Malasia y Tailandia hace unas horas, y veo el mismo panorama desolador en todas partes. En una palabra: ¡Apocalíptico!

De este a Oeste y de norte a sur, las plantaciones de palmas se extienden hasta perderse de vista, justo allí donde hasta hace poco se extendían grandes bosques de dipterocarpaceases, árboles de más de cuarenta metros de altura. A veces, en lo alto de una colina, se divisan algunos de esos gigantes que se han salvado, testimonio de la riqueza y la magnificencia de estas antiguas tierras salvajes. Sin embargo, las excavadoras nunca están lejos y pronto acabaran su trabajo de destrucción. Unos troncos carbonizados que sobresalen en las plantaciones nos recuerdan el infierno que ha vivido esta región. Después de llevarse las maderas valiosas, los leñadores han quemado el resto del bosque, dejando vía libre a nuevas plantaciones de palmas para su aceite.

Más adelante, durante mi viaje hacia Singapur, descubriré que casi la totalidad de la jungla de la península malaya ha corrido la misma suerte. Sólo quedan algunos trozos de bosque en lugares inaccesibles, por abruptos, y tres parques nacionales destinados, se supone, a preservar la biodiversidad malaya. Encerradas y rodeadas por las plantaciones de palmas y demás actividades humanas, estas zonas protegidas albergan los últimos elefantes, rinocerontes, tigres y demás animales exterminados en el resto del país. En realidad, esas zonas son demasiado restringidas para asegurar su supervivencia a largo plazo, por múltiples razones, todas ellas más o menos relacionadas: la caza furtiva sin control, el pequeño número de especies raras, el riesgo de consanguinidad… Pero ¿qué pasaría con toda esta fauna si hubiera una sequía excepcional o un incendio devastador? ¿A dónde huir cuando vivir resulta imposible? Sin llegar a estos niveles catastróficos, tenemos el ejemplo significativo del rinoceronte de Sumatra, dicerorhinus sumatrensis: sólo una docena sobrevive actualmente en el parque nacional más grande del país, el Taman Negara.

ISLAS DE BORNEO Y SUMATRA

Fuera, la situación es igualmente catastrófica y a las cifras me remito. Según un informe del Programa de Naciones Unidas de Medio Ambiente (PNUE), los bosques de Sumatra y Borneo se están destruyendo a tal velocidad que en 2022 habrá desaparecido el 98%. Indonesia posee el 80% de los últimos bosques primarios del sudeste asiático y el ritmo de deforestación es el más elevado del mundo. Para poder responder a la demanda mundial de madera, la industria forestal lleva a cabo talas salvajes e ilegales en la mayor parte de los parques nacionales. Pero la causa principal de la deforestación es el crecimiento del cultivo de la palma de aceite. Indonesia y Malasia proporcionaron el 86% de la producción mundial de aceite de palma en 2005. La demanda sigue creciente y en 2020 podría triplicarse la superficie de las plantaciones. Este aceite se utiliza mucho en Europa, por ser económico. La industria agroalimentaria lo utiliza en muchos de sus productos (patatas fritas, galletas, margarinas…, los cosméticos, las pinturas, los productos domésticos. Pero lo peor aún está por llegar. Para hacer frente a la escasez del petróleo, la Unión Europea tiene previsto utilizar el aceite de palma para la producción de biocombustible lo que aumenta todavía más la demanda. ¿De quién se están burlando?¿ Serán los coches, responsables en parte del cambio climático, los que asestarán un golpe fatal a los últimos bosques de Asia? ¡Extraña política para luchar contra el efecto invernadero! Una verdadera aberración, cuando se sabe que los bosques son verdaderos pulmones para la supervivencia de humanos y animales. 

Pero no sólo los bosques están afectados: el conjunto de los ecosistemas está actualmente amenazado: manglares, ríos, lagos, corales… En el parque nacional Turku Abdul Rahman, en la isla de Borneo, gran parte de los arrecifes están hechos añicos debido a una práctica corriente en toda Asia: la pesca con dinamita. Hoy en día, preservados de los pescadores, los corales son pisoteados por cientos de visitantes y ahogados por sus bolsas de plástico ante la mirada indiferente de los guardas.

He viajado centenares de kilómetros por Vietnam y Camboya, países de arrozales, sin ver un solo pájaro: Chocante: ¡Ni siquiera una garza! Los últimos cocodrilos del inmenso lago Tonle sobreviven en granjas donde se le cría para convertirlos en bolsos. En esos países la caza furtiva alcanza límites catastróficos incluso en los parques nacionales donde a veces los propios guardas, que debería protegerla, colocan trampas. El Vietnam es uno de los lugares más importantes en biodiversidad pero también donde hay más especies amenazadas, utilizadas la mayoría en la medicina tradicional china: las supuestas propiedades anticancerígenas de las conchas de tortuga ha puesto en situación crítica a 27 especies de tortugas autóctonas. La situación de los tigres, osos, rinocerontes (de 5 a 8 especimenes) y de 25 especies de primates ¡tampoco es más reconfortante! En la Isla de Cat Ba sobrevive el primate más raro del mundo. Tan sólo quedan sesenta. Si no cambian las cosas, está condenado a acabar en la olla.

TAILANDIA

Más preocupada por su imagen, y también por diversificar su turismo, Tailandia ha parado la deforestación y ha creado numerosos parques nacionales. Sin embargo colabora en la de los países vecinos. Su hipocresía va más lejos: Tailandia es el verdadero eje del tráfico de animales, explota su fauna y la del mundo entero en espectáculos vergonzosos pero sin duda muy lucrativos.

Falsos permisos de conducir europeos, falsos pantalones, falsos perfumes, Tailandia es uno de los mayores mercados de la falsificación. Resulta divertido ver como se dedican a ese negocio ilegal ante una policía corrupta. Pero no resulta divertido cuando la mercancía son seres vivos, auténticos: son muchas veces, auténticas especies protegidas. Unos animales en un estado penoso, enfermos, heridos y a menudo demasiado jóvenes, sin la más mínima oportunidad de sobrevivir. En esos mercados de la muerte, se mezclan animales de todos los países, de todas las especies, portadores de virus de todos los continentes. En medio de todo ello, se organizan peleas de gallos. Si el olor pestilente no les molesta,¡ pueden incluso comer! A la salida de ese mercado de Bangkok, otra visión surrealista: dos elefantitos son utilizados para enternecer a los turistas. ¡Hasta se venden trozos de caña de azúcar para alimentarlos! Otro negocio floreciente que utiliza la fauna salvaje: un gibón en brazos, una iguana en el hombro o una serpiente alrededor del cuello… ¡Es la foto que el turista bobo quiere llevarse a casa! 

Desde Bangkok las agencias de turismo organizan una visita al templo de los tigres; un pretendido santuario para esos felinos, supuestamente dedicado a la protección de la especie.El pago de la entrada da derecho a acariciar al animal. La foto servirá para impresionar a los amigos al regreso de las vacaciones. No faltan turistas estúpidos en Tailandia visto las colas que se forman… Los tigres están sujetos con correas y expuestos a pleno sol y tienen que aguantar el acoso constante cuando ellos sólo aspiran a beber y a dormir. Cuando se acuestan, se les da un poco de agua de una botella para obligarlos a levantarse. Los turistas llenan de dinero las cajas y parecen que se quieren emprender grandes obras en ese lugar. ¿Quizás la construcción de un nuevo templo?¿ Acaso las autoridades tailandesas esperan que ocurra alguna muerte entre los turistas, por muy tontos que sean, para poner fin a ese tipo de explotación?

Dos imágenes quedaran gravadas en mi memoria para siempre: son mis dos postales de Asia. 

  • La primera, es la del macaco, ¡con una bala en la cabeza!, agonizando delante del edificio religioso más grande del mundo en Angkor
  • La segunda, un cara a cara con una hembra de orangután y su bebé en Borneo,. Sus miradas casi humanas parecían interrogarme.No les dije que están condenados a desaparecer, porque en el corazón de la mayoría de los hombres, ¡sólo caben billetes de banco!


Relación de contenidos por tema: Narrativa


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