El informe desencadenante de la última polémica sobre Ulises fue elaborado concienzudamente por un biólogo del mismo Zoo. Resultado de un año de lento y laborioso estudio, arriesgando, según sus propias declaraciones aparecidas en la prensa, entre su ética profesional y la continuidad laboral en la empresa.

ADDA ha podido contrastar, provinentes de diversas fuentes, informaciones, estudios y opiniones respecto a cuestiones importantes y de interés, no tan sólo de la Orca y del Aquarama, sino de la gestión y funcionamiento del Zoo de Barcelona.

UN MILAGRO DE LA SUPERVIVENCIA: EL AQUARAMA DE BARCELONA

Durante bastantes años todos los animales ubicados en el aquarama de Barcelona, y especialmente el delfinario han sobrevivido con innumerables riesgos, aparte del peor de todos que es el de vivir, prisioneros, en un reducido espacio, solos, y, condenados a una perpetua cautividad.

NUMEROSOS FACTORES DE RIESGO

- El aquarama carece de materiales de repuesto del equipo de filtración para solventar emergencias. El agua se capta en un medio muy contaminado y debe purificarse.

- No cuenta con un grupo electrógeno que permita hacer frente a el corte de suministro de electricidad. Hay antecedentes con consecuencias nefastas para los peces.

- La piscina tiene escapes de agua por numerosos agujeros que forman oxidaciones del metal acelerando, aún más, el proceso de oxidación.

- Se realiza la cloración de agua por cloro gas, considerada una actividad industrial potencialmente contaminante de la atmósfera. El cloro gas, en el aire, es altamente tóxico; su inhalación incluso en bajas concentraciones causa extensos daños en el sistema respiratorio. Cualquier fuga accidental pone en peligro la vida de las personas. Este proceso de cloración ha provocado irritaciones en los ojos, membranas mucosas y piel. Ulises y Nereida han sufrido "accidentes" que han hecho que durante días presentasen un estado penoso, con la piel hecha jirones.

- En el aquarama no se han controlado los filtros ni las piscinas para el control de hongos, bacterias u otros agentes patógenos.

- No es posible el vaciado de la piscina para realizar las reparaciones necesarias desde que llegó Ulises en Julio de 1983.

- Ha estado todos estos años sin ninguna posibilidad de aislamiento necesarios e imprescindibles en caso de enfermedad o accidente.

- Mala calidad del agua y deficiente tratamiento de purificación. Sobrecalentamiento del agua por exposición solar. Sin sistema de ventilación ni refrigeración. Sin zona sombreada o protegida de las inclemencias del tiempo. En contra de las recomendaciones y de las Normas Uniformes para el mantenimiento de los cetáceos vivos, la piscina ha llegado alcanzar hasta los 30 grados en algunos días calurosos del verano. El excesivo calor le ha estado provocado alteraciones transitorias, físicas y psíquicas.

- Ruido extremadamente molesto para el sensible, complejo y desarrollado sentido auditivo de las oreas. Los ambientes ruidosos pueden ser causa de disturbios de cierta gravedad.