EL PP RECHAZA LA MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO PENAL Y EL DELITO DE CRUELDAD CON LOS ANIMALES

Los hechos ocurridos en la protectora de Tarragona en diciembre de 2001, en la que 15 perros sufrieron una terrible mutilación de sus patas delanteras, llenaron de indignación a la población española (véase ADDA Defiende los Animales nº 24). Se movilizaron acciones de los diferentes grupos animalistas y, a una iniciativa de la Fundación Altarriba, se logró superar en un corto espacio de tiempo la cantidad de 500.000 firmas que, sin cumplir los condicionantes suficientes para solicitar la llamada Iniciativa Particular, sí que fueron entregadas en el Congreso de los Diputados. El ADDA, que en años anteriores con mandato socialista había presentado en el Ministerio del Interior 1.300.000 firmas con el mismo fin y con la petición añadida de la supresión de las fiestas populares crueles con animales, inició paralelamente otra campaña de postales, todavía en curso y que continuará todo lo que sea necesario, de envío de tarjetas al Presidente del Gobierno español, José Mª Aznar. Se calcula que se reciben cada día en la Moncloa una media cercana a las 50 tarjetas con esta petición, cantidad que es controlada minuciosamente por ADDA y que ya suma una importantísima cantidad.

SON COSAS DE LOS PARTIDOS...

Pronto los partidos políticos, que precalientan motores ante varias convocatorias electorales que se avecinan en España, se apresuraron a presentar sus propias propuestas. Quien primero lo hizo fue CIU de la mano de su portavoz, Jorge Martí, y, sorprendentemente, también el PSOE de la mano de Cristina Narbona, responsable de Medio Ambiente. Sorprende ahora esta reacción tan positiva del PSOE cuando en uno de estos giros tan... que tiene la política, cuando estaba en el Gobierno, la entonces oposición que era el PP presentó un proyecto de ley marco de defensa de los animales que les fue rechazado. Con el cambio de Gobierno entra el PP en el poder, se olvida de la petición que había hecho y hace oídos sordos a la machaconería del movimiento animalista que, sea el partido que sea el que gobierna, tiene unos objetivos bien claros.

Podría aplicarse aquello de que “donde dije digo, digo Diego”, pero con la validez de una línea asintótica que jamás llega a juntarse, para los dos más representativos peritos españoles. Finalmente, todas las proposiciones de ley que entraron en el Congreso de los Diputados fueron rechazadas, con lo que una vez más se pone de manifiesto el enquistamiento que tienen las corridas de toros en España y lo difícil que es avanzar en cualquier otra vertiente del bienestar animal. Y en esta ocasión, hasta la propuesta de CIU, que normalmente acompaña las decisiones del PP (que aunque no lo precisa por tener mayoría absoluta en Madrid, comparten y cohabitan, en un intercambio mutuo en el Parlament de Catalunya; donde, si no fuese por el PP, el partido gobernante, CIU, no podría llevar adelante sus iniciativas.

ESPAÑA ES DIFERENTE

Con el rechazo de tipificar en el Código Penal español algo que ya figura en todos los otros países avanzados y cuando Alemania va a incorporar en su Constitución el respeto merecido a los animales, se sume a España en una situación anómala ante el resto de los países miembros de le Unión Europea, a la vez que se desoye la voz de la inmensa mayoría de los ciudadanos. Pero en este caso el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), dependiente del Gobierno, no es probable que reciba el encargo de hacer algún sondeo al respecto… porque no les interesa, ¡claro está!