El bienestar animal en la Unión Soviética: experimentación. Crónica desde Francia

ADDAREVISTA 5

Con la apertura democrática de los países del Este se ha abierto una nueva vía de colaboración, como lo demostró la presencia de representantes de la Unión Soviética, Rumania, Polonia, Hungría y Checoslovaquia en la última Bienal de la Sociedad Mundial de Protección Animal, WSPA, en Basel (Suiza) a finales del año pasado. Ahora Tatyana Pawlova, Vice-Presidenta de la Federación Rusa y del Departamento de Bienestar Animal adjunto a la Sociedad Rusa para la Protección de la Naturaleza, persona de gran capacidad y vocación, nos ofrece un panorama de la legislación proteccionista y los avances logrados en su país, especialmente en el campo de la experimentación con animales.

Hablar de un avance en el bienestar animal en Rusia era una cosa impensable antes de la perestroika. Sin embargo, con los nuevos tiempos la situación ha cambiado y adquiere unas nuevas posibilidades: ya es posible ver en la televisión la aparición de noticias sobre animales domésticos, libros sobre ellos y artículos en periódicos y revistas. Este cambio se debe también a la mayor posibilidad de las sociedades y clubs proteccionistas en lograr un mejor clima para propiciar el amor hacia los animales. La asociación más antigua de Moscú —con más de 30 años de existencia—, es el Departamento Moscovita de Bienestar Animal, MDAW, que puso los cimientos para el futuro que ahora se está desarrollando. Lógicamente sus primeros pasos fueron dentro del campo proteccionista propiamente dicho: la recogida y adopción de animales abandonados en las grandes ciudades. Las primeras denuncias se canalizaron a través del Ministerio del Interior, presentando la crueldad con los animales como una alteración del orden público y así hallarse capacitados para actuar en los juicios como acusación particular.

Por razones políticas el sistema educativo soviético sobrevalora a la persona lo cual conlleva una merma de capacidad a los movimientos animalistas. Las enseñanzas de biología, veterinaria o medicina no mentalizan al estudiante en el cuidado de los animales y hace que los investigadores se vuelvan insensibles hacia ellos. Se visitaron gran número de laboratorios, institutos, facultades de medicina y veterinaria y universidades con departamentos dependientes del Ministerio de Sanidad y del Soviet Supremo. El resultado fue comprobar el estado lastimoso de los animales, pero estos informes allanaron el camino para que el mismo ministerio admitiese que «en muchas ocasiones existía una crueldad innecesaria»; constituyéndose una comisión de científicos para controlar todo el trabajo científico dependiente del ministerio. Así pues, el «Comité de Trabajos Experimentales» conjuntamente con la MDAW, elaboraron el «Reglamento para la Utilización y Cuidado de Animales en Experimentación».

La iniciativa, que se puso en marcha en 1978, marcó como paso más significaivo la eliminación de las experiencias sin anestesia previa. Esta disposición causó los efectos de una revolución en los sectores biomédi-cos soviéticos. Hasta entonces los investigadores podían escoger cualquier modelo animal que deseasen y no eran responsables de sus sufrimientos: electrocuciones, quemaduras, traumatismos, amputaciones... ¡todo esta tolerado! Algunos viejos investigadores lo consideraron como una intromisión en sus derechos, pero la mayoría lo aceptaron. Existía, además, un punto de vital importancia: ningún resultado de un experimento tendría validez si no había sido llevado a cabo según lo dispuesto y, por extensión, lo adoptado por Sanidad fue aceptado y seguido por el Ministerio de Agricultura, la Academia de Ciencias y el Ejército. También quedaban reguladas las condiciones de los animalarios y la forma de alimentación.

Con este panorma la MDAW publicó los primeros manuales  -Deontología Etica Animal- para lograr un trato más humanitario con los animales en los laboratorios. Cubren un amplio campo: eutanasia, anestesia y forma de ser tratados como elementos de experimentación. Fue remitido a todos los centros de investigación soviéticos. La formación de la juventud es una actitud que se considera primordial, insistiendo, especialmente en las escuelas, con la supresión de una práctica -largamente extendida- que durante las vacaciones escolares los alumnos, como deberes, debían proveerse de una buena colección de insectos, mariposas... etc.; sin olvidar los cursos de capacitación a los maestros y la creación de un centro de bioética en la Universidad de Moscú.

Se está haciendo presión para lograr una ley de protección puesta al día. Actualmente una persona, en la Unión Soviética, acusada y convicta de un acto de crueldad es recriminada o multada. Tan sólo si comete una segunda falta similar en menos de un año, es enjuicidada criminalmente con una multa de mayor cuantía o la pena de prisión. En la actualidad se está produciendo un complicado e interesante debate para que los animales dejen de ser unas meras propiedades de uso -ahora que se empieza a reconocer este derecho- a través de reconocerles un mayor o menor grado de inteligencia y respecto a esta inteligencia reconocerles, también, un trato parecido a los humanos. Este concepto está siendo visto como el primer paso -y muy importante- en la lucha por los derechos de los animales. (Moscú. Tatyana Pawlo-a. Cortesía de Animal's Agenda y WSPA)


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