BARCELONA.-Uno de los programas de más audiencia de Televisión Española en la segunda cadena (TV2) —con más de 2 millones de seguidores— es el titulado «Tribunal Popular», donde, al estilo norteamericano, un jurado compuesto por doce personas seleccionadas (¿?) entre quiénes lo han solicitado, emiten la sentencia después de escuchar al fiscal (Xavier Nart), al defensor (Ricardo Fernández Deu) y a los testigos propuestos. El programa, que se mueve entre la ficción y la realidad y que sólo pretende entretener al espectador, no deja de ser un espectáculo en busca de audiencia pero, al estar llevado con un cierto —y aparente— rigor, ha logrado despertar el interés «popular».

El pasado día 26 de enero el tema que se propuso fue la experimentación en animales y el «plato fuerte» del mismo lo aportaron los testigos llamados a declarar. Propuestos por el fiscal (en contra de la experimentación) aparecieron Carmen Méndez, directora de esta revista y responsable del fondo documental sobre experimentación de ADDA y el profesor Doctor Pietro Croce, destacada y bien conocida personalidad por nuestros lectores. Por parte de la defensa apareció un responsable de la unidad de trasplantes del Hospital de San Pablo de Barcelona. 

Durante la celebración del «juicio» el fiscal presentó una prueba gráfica en vídeo. Parte de este material había sido facilitado por el fondo documental de ADDA, pero, sorprendentemente, entre el tema de experimentación se incluyó una escena de un perro que era ahorcado en Corea para la utilización de su piel. Y ese «desliz» (seleccionado, inmediatamente, por el defensor Fernández Deu, para deformar la situación y solicitar que no fueran tomadas en cuenta el conjunto de las imágenes. Como era de prever, dada la desinformación que, todavía, existe en nuestro país sobre este tema y a pesar de una buena intervención de «nuestros testigos», el jurado falló a favor de la experimentación. ¡Aún queda mucho camino por recorrer! Pero lo verdaderamente positivo fue que, por primera vez, y en un medio de tanta audiencia, se pudiese escuchar: «es una práctica cruel e inútil...» «promovida y sustentada por grandes intereses económicos...». O sea, que el mensaje estaba lanzado al aire en directo pues los medios, si no es en estas situaciones, luego acostumbran a «ensombrecer» lo más comprometido e incómodo y los argumentos expuestos, con toda seguridad, darán que pensar hacia una nueva mentalización. (Exclusiva AdlA).