El pasado día 4 de agosto de 2008 fallecía el perro "Mistus", mascota de ADDA y nuestro eterno acompañante.

Lo encontramos abandonado, con pocos meses de edad, en una carretera cercana a Barcelona. Lo adoptamos, y él supo devolvernos con creces este acto. Siempre hemos dicho que el perro ha sido -y es- el mejor embajador del animalismo, debido a la presencia y al contacto que se establece día a día entre sus tutores - que no amos ni propietarios – y a las muestras de entrega y fidelidad que a través de los años se consolidan entre ambos.

En verdad fue un perro de una personalidad notable. Por el buen trato y cuidado que recibió adoptó un comportamiento de acuerdo a las circunstancias. Su presencia era asidua en la oficina de ADDA, en Barcelona, y conocía perfectamente su cometido. Cuando llegaban visitas, siempre las acompañaba, escaleras arriba, hasta una sala donde dejaba aposentados a los recién llegados. Fue modelo habitual en infinidad de pósters y carteles, anuncios de periódicos, revistas y autobuses, y apareció también como protagonista en un programa del Canal Natura.

Su muerte a los 17 años, que equivaldría a la edad de 119 en un ser humano, nos ha dejado un recuerdo imborrable, pues era uno más de la familia. Y en un país, España, donde resulta tan difícil desenvolverse con un perro en la vida cotidiana, tuvimos que adaptarnos y privarnos numerosas veces de muchas otras cosas.

Con una lápida a modo de imaginario mausoleo, sentiremos y recordaremos de cerca todo lo que él nos ofreció. Algo que nadie podrá comprender si se carece de la sensibilidad que merecen estos irreemplazables compañeros.

Manuel y Carmen

Ong ADDA -Diciembre 2008