Tavertet, ¿a donde vas?

ADDAREVISTA 32

Los días 12, sábado, y 13, domingo, de noviembre de 2005 se celebraba el tercer encuentro de Tavertet. Un lugar que por su singularidad de aislamiento y belleza en un paisaje poco conocido de la Catalunya central, lo hace especialmente carismático. Un tercer encuentro que dada la dificultad de continuidad en que se han desarrollado los anteriores intentos del mundo de la defensa y protección de los animales, siempre tan dispares de opiniones, ya es un hito a celebrar. No obstante, en este tercer intento ya se empezó a notar singularidades ciertamente absorbentes que no le vaticinan un mejor futuro a no ser que se tome un enfoque riguroso.

Tavertet, por lo dicho de su ubicación geográfica con 1.000 metros de altitud, no es un lugar fácil de acceder. Tan sólo el vehículo privado y unos últimos kilómetros de pista de montaña, lo hacen accesible. En esta ocasión dos días lluviosos y fríos no facilitaron la escalada en particular para quienes con cientos de kilómetros de ruta recorrida llegaban de otros lugares de la península. Esta publicación que dedicó un amplio reportaje al encuentro del año anterior (ver ADDA Defiende los Animales nº 30) ya incidía entonces en indicar que a Tavertet, una masía de piedra medieval restaurada con un acertado criterio, se va y se llega con la ambición de rentabilizar el esfuerzo que supone este desplazamiento. O sea, con la intención de hallar una puesta al día razonada y creíble del movimiento animalista y un intercambio de opiniones, incluidos cotilleo y sabrosos comentarios. Aquello tan natural de quienes compartiendo los mismos fines, se encuentran y aprovechan para dar cabida a horas de jugosas conversaciones.

Pero la esencia de Tavertet tiene y debe residir primero en una selección de temas estructurales de la causa animalista y establecidos estos, encontrar, con tiempo y serenidad, quien pueda desarrollarlos de la forma más eficiente posible. Está claro que encontrar a los ponentes, mentalizarlos para convencerlos a que participen, trasladarlos (es posible que algunos tengan “caché”), y una compleja logística, implica un esfuerzo considerable. El municipio de Tossa de Mar (Costa Brava, Girona, Cataluña) bajo la alcaldía de Telm Zaragoza, desgraciadamente ya fallecido fue el primer alcalde que en España declaró su “villa antitaurina”, que se enfrentó a un juicio promovido por los taurófilos por sus decisiones animalistas, tuvo el acierto de convocar unas Jornadas Internacionales de Defensa de los Animales, en presencia lo más florido en aquellos tiempos de personajes representativos. Y aún así, las Jornadas no pudieron superar las tres convocatorias. Con un principio brillante, languidecieron por las rencillas de siempre entre los asistentes, pues parte de ellos llegaron, ¡asómbrense! a criticar en la prensa a Zaragoza... Tavertet es un nuevo intento que por sus características debe ser mantenido con especial sensibilidad. Han pasado muchos años desde las Jornadas de Tossa de Mar. El mensaje de defensa y protección de los animales ya ha cuajado en estos 10 últimos años dentro de la mayoría de la ciudadanía, aunque por Comunidades Autonómicas aun existen notables diferencias de concienciación. Y algo resaltable: la clase política siempre ávida en la captación de votos, ya se interesa por este creciente colectivo. Existe un incipiente partido con posibilidades futuras, que aspira a implantarse y que, de buen seguro, debe estar bajo la atenta mirada de otros partidos ya consolidados que, a no dudar, le plantearán pactos para, al final, absorberlo. Será la historia de siempre, con un estrecho paralelismo con los partidos ecologistas disgregados y dispersos por absurdas individualidades.

En política, industria o comercio, un partido, industria, o empresa que, ejercicio tras ejercicio, no obtiene un mayor número de votos, se estabiliza la producción o su cifra de facturación queda estancada, significa que no tan sólo no avanza, sino que retrocede. Valga el símil para Tavertet que si bien el número de asistentes en esta convocatoria se ha incrementado debido al buen sabor de los éxitos anteriores, ahora el contenido se ha debilitado. El clima, en general, resultante en los asistentes, era de un cierto desengaño. Analicemos los posibles motivos que, por lo expuesto, ya pueden colegirse.

LAS PONENCIAS

A media mañana del sábado y en el acto de bienvenida en el que intervino Raimón Paniker, destacada persona dentro de movimiento filosófico, se hizo un repaso a temas de actualidad: Se presentaron el movimiento “Caminando por los Animales” -ampliamente tratado después dentro del ciclo de ponencias-, la acción promovida por el PACMA en Tordesillas en contra del Toro de la Vega verdadera vergüenza nacional al igual que otros miles de espectáculos bárbaros parecidos, y el desconcertante tema de la granja de monos de Camarles (Tarragona, Cataluña) que antes que resolverse se agrava, porque el numero de animales aumenta en vez de disminuir.

El ciclo propiamente de ponencias comenzó en la jornada de la tarde sabatina con cuatro, a la que siguieron otras cuatro en la matinal dominical. En total 8 ponencias y de estas, tres fueron monográficas y acaparadoras del poco tiempo del que se disponía. ¿El tema? Liberación animal a través del vegamismo y el “especismo”. La veganía se presentó al copo en Tavertet de modo excluyente como el logro final y definitivo de ser la única solución –se llegó a hablar de la posesión de la verdad absoluta- para salvar a los animales de la presión, abuso, tortura y todos los males producidos por los otros “animales humanos”. La veganía absoluta hace suya la expresión “animalista” y excluye de este término a los “bienestaristas”, los “defensoristas”. Y no se diga de los “proteccionistas” que llevan más de un siglo pechando con los animales abandonados en sus refugios, manteniéndolos y buscándoles adoptantes.

Aparece un personaje, pseudo filósofo, naturalmente norteamericano, Gary Francione cuyas soflamas lanzadas a través de las páginas web –no es necesario comprar sus libros, Internet facilita sus discursos gratis y en castellano- empacha a propios y extraños y nos trae a España sus teorías de manos de gente joven, expertos en navegación on line, de buenísima voluntad, por lo que no hay que dudar de su honestidad. Gary, profesor en leyes, sabe lo que hace. Si quieres ganar nombre, tienes que provocar. Y lo más fácil es clavar sus dardos en una persona conocida: Peter Singer, al que titula despectivamente de “bienestarista”. Las teorías de Singer en “Liberación Animal”, que fue quien, ya hace años, estableció las bases del animalismo junto con Heny Spira, ya fallecido, merecen furiosas críticas de este aprendiz de filósofo.

Y Francione, desde la lejanía estadounidense, planea en Tavertet a través de sus lecciones “especistas” bien aprendidas para que, no se dude, convencidos y bienintencionados, expongan la necesidad de la veganía más absoluta de inmediata implementación pues ni la miel ni la utilización de prendas de lana están permitidas. Entretanto el día a día, difícil ciertamente en España, de los problemas inmediatos: corridas de toros, fiestas populares, cría, engorde transporte y matanza de animales para el consumo, experimentación (incluido el proyecto REACH de la U.E.), cosméticos, utilización de pieles, biotecnología, el no matar animales de compañía en albergues y centros de acogida y un largo etcétera, quedan aparcados sin posible solución inmediata. Correcto que si Tavertet tiene y quiere establecer un hito en la defensa de los animales debe acoger a todos los movimientos y tendencias que las circunstancias y el tempo promuevan. No obstante, de esto a la saturación no sólo expositiva sino impositiva habría mucho de que hablar.

Dentro del resto variado de ponencias que se presentaron hay que destacar la denuncia, bien argumentada y contrastada sobre la exportación de miles de perros a Alemania con redes cada vez más bien estructuradas y a las que las administraciones no ponen el mínimo interés en controlaras, un programa educativo de Fundación Fauna a base de un vídeo en power point para escolares de 14 años que por su sencillez y calidad lo hacen enormemente eficaz y la exposición del programa político/educativo del Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal, PACMA, cuya presencia flotó en el ambiente por el numeroso grupo de participantes asistentes afiliado a él. La sorpresa se coronó con la presencia de una nueva religión de raíces alemanas “Vida Universal” cuyo ponente, de forma hábil y seductora, dedicó sus elogios a la defensa de los animales, pero en la que se intuía su labor de proselitismo.

El Tavertet 2005 terminó sin conclusiones, bajo un día gris, lluvioso y frío. Tan sólo el calor de Manel Macià, que actuó como moderador, la simpatía y dedicación de Deborah Parris, el especial agradecimiento a la Sociedad Naturista y Vegetariana de Barcelona por su paella vegana, y como no, un año más a la sabrosa condimentación de Iván Hernández, pues sus platos fueron despachados con verdadera fruición.

 

Ong ADDA    -Junio 2006


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