Con este artículo se inicia una colaboración, que esperamos sea fructífera y duradera, entre la «Liga para la Defensa del Patrimonio Natural», DEPANA y nuestra revista. De manos de Enric Carrera, su Vicepresidente, el tema de la ecología estará presente entre nuestros lectores a través de personas bien informadas que tienen un protagonismo, creciente y actual, sobre los problemas que acechan nuestro entorno.

Resulta difícil hacernos a la idea de que la tierra es algo vulnerable y que sus recursos son limitados. Vivimos en una sociedad cómoda, donde los artículos de uso cotidiano (desde servilletas y pañuelos hasta las cuchillas de afeitar, pasando por las toallitas de cocina o los pañales de los niños) son de usar y tirar. Muchas bebidas refrescantes anuncian como gran atractivo que su envase es «no retornable». Por supuesto no será retornable al fabricante, pero sí retornará a la naturaleza en forma de residuo. El último grito de los productos de vida corta son las lentillas: hace poco han salido unas que a los pocos días de utilizarse, ¡pueden tirarse!
Nuestro respeto a los otros seres vivos, compañeros del planeta Tierra, no es que sea, precisamente, un ejemplo a imitar. Desde principios del siglo XVIII, más de 120 especies y razas de mamíferos y 150 de aves han desaparecido de nuestro planeta. Si a éstas, añadimos las restantes especies extinguidas de reptiles —anfibios, peces e invertebrados—, podremos darnos cuenta que, en dos siglos y medio ha desaparecido para siempre una fracción importante del mundo viviente. Esta espantosa sangría se ha acelerado especialmente desde mediados del siglo XIX, época que marca para la humanidad el inicio de un desarrollo tecnológico y demográfico sin precedentes. Los estudios históricos y científicos demuestran que, en la mayoría de los casos, nuestra propia especie Homo Sapiens, es la responsable de haber aniquilado estas especies por caza abusiva o destrucción de su habitat. ¿Cuánto aguantará nuestro «planeta azul» a estas continuas y cuantiosas pérdidas? ¿Qué puedo hacer yo para evitar la desaparición de los bosques tropicales, la degradación de la capa de ozono, la lluvia acida, la contaminación de ríos y mares. En definitiva, la desaparición de las especies?

Cada día, y sin darnos apenas cuenta, tomamos cientos de pequeñas decisiones que afectan, directa y materialmente, al planeta Tierra. Repasemos la actividad de una persona normal que vive en un ambiente urbano:

RECOMENDACIONES

Consumo de agua:

• La ducha consume menos que el baño. Mientras que para llenar una bañera se necesitan 300 1 de agua, una ducha de 5 minutos consume menos de 5 litros.
• No tirar innecesariamente la cadena del inodoro. Cada vez que lo hacemos se gastan de 10 a 15 litros de agua. 
• Cerrar bien los grifos: 10 gotas de agua por minuto son 2.000 litros de agua al año.
• No utilices el lavaplatos hasta que esté lleno: cada lavado son 40 litros de agua.

Consumo de energía: El ciudadano medio europeo consume una media de energía equivalente a 10 barriles de petróleo al año. De esta energía el consumo doméstico representa una tercera parte (calefacción y agua caliente).

• Mejora el aislamiento térmico de tu casa. Entre el 10 y 15 por ciento del calor de tu casa se pierde por las rendijas de puertas y ventanas.
• En una habitación no se necesitan temperaturas mayores a 20° C. Pon termostato a todos los radiadores.
• Regula el termo a 60º C. Usa el agua caliente sólo cuando sea necesario.
• Apaga las luces cuando abandones la habitación. Apaga la radio, la televisión, la cafetera y todo lo que no utilices.
• En el mercado hay bombillas que proporcionan la misma luminosidad utilizando sólo una tercera parte de energía que las tradicionales. Aunque son más caras, comprensa al pagar menos por el recibo de la luz.
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Transporte:  Cada año se fabrican en el mundo 30 millones de automóviles que "devoran" petroleo y producen contaminación.

• Usa el transporte público
• Si proyectas comprar un coche asegúrate que puede utiliza gasolina sin plomo. Si es posible modificar el coche instalando un catalizador, inténtalo lo antes posible.
• Siempre que puedas, anda o utiliza la bicicleta, es más sano y no contamina.

Papel reciclado:

• Usa papel reciclado. una tonelada de papel reciclado ahorra de 2 a 3 metros cúbicos de madera, lo que equivale a una docena de árboles.
• No malgastes papel: reutilízalo al máximo. Usa las dos caras de la misma hoja siempre que puedas.
• Utiliza los servicios de recogida de papel de los ayuntamientos.
• No abuses de los pañuelos de papel.