Adoptar a un perro cazador

ADDAREVISTA 47

Adoptar a un perro que ha sido cazador

Por Carolina Pinedo

Evitar ruidos fuertes, hablar bajo, mucho cariño y paciencia ayudan a que un perro adoptado que ha sido cazador se adapte a su nuevo hogar.

Los perros que han pertenecido a cazadores son de los que más se abandonan es España, según un estudio realizado por la Fundación Affinity. No todos los cazadores tratan mal a sus perros, pero la gran mayoría de los que llegan a los centros de recogida y protección de animales lo hacen en condiciones pésimas: famélicos, llenos de parásitos, con heridas y enfermedades, traumatizados y asustados. Los perros que han sido cazadores resultan estupendos compañeros para adoptar. Aprecian que se les ofrezca lo que con anterioridad se les negó; un hogar donde se les quiera, cuide y respete. En las próximas líneas vamos a conocer cinco pautas para ayudar a un perro que ha sido cazador a que se adapte a su nuevo hogar.

Una de las principales causas por las que algunos cazadores se desentienden de sus perros es porque ya no les sirven para la actividad cinegética. Así lo demuestra un estudio de la Fundación Affinity, donde se destaca que tras la temporada de caza se abandona un 10,4 % de perros. Otros canes de cazadores escapan o se pierden y acaban en los centros de recogida y protección de animales. «Llegan con hambre, frío, humillados, vejados y rematados», según describe Cristina García, presidenta de la Asociación Galgos sin Fronteras.

Los galgos tienen una gran capacidad para recuperarse de las viviendas trágicas con dueños irresponsables, asegura Cristina García. Se adaptan con gran facilidad a un hogar donde se les cuida y quiere. «Las primeras semanas tienen miedo y se muestran desconfiados si han sido maltratados, pero pronto se adaptan a la dinámica de su nuevo hogar», según apunta la presidenta de Galgos sin Fronteras.

Una persona que conoce a fondo la experiencia de adoptar un perro que ha sido cazador es María García. Ha ofrecido su hogar a tres galgos: Mini, Candy y Galgez. «El problema de un perro que ha tenido un dueño cazador que le ha maltratado es que no está socializado, no sabe lo que es una caricia o vivir en una casa», comenta María García, que explica también al respecto que la parte positiva es que los galgos cazadores que han sido abandonados se recuperan con gran facilidad de sus experiencia negativas: «Aprenden muy rápido las normas de casa, con caricias, paciencia y recompensas, nunca con gritos ni violencia, que les pueda recordar las experiencias negativas que vivieron».

La experiencia de adoptar un perro que ha sido cazador es totalmente recomendable. Así lo cree Gregorio Sánchez que convive con un perro que ha tenido esta experiencia y que asegura que es un animal muy cariñoso y tranquilo en casa. Sánchez matiza que los perros que han practicado la caza con sus dueños «pueden ser miedosos con los ruidos y con las personas desconocidas, si no les han tratado bien».

Los perros que han tenido dueños cazadores y llegan al centro de recogida municipal de animales Los Cantiles en Rivas (Madrid) no lo hacen en buenas condiciones. Según el gerente de este centro, Gregorio Sánchez: «Estos perros tienen sarna, parásitos internos, mucho miedo y llegan sin identificar».

El setter es una raza de perro cazador que también sufre abandono. En la asociación Prosetter se encargan de recoger, rehabilitar y buscar adoptantes adecuados para los Setter que han practicado la caza con sus dueños y han sido abandonados. En el centro de esta asociación atienden cada año 100 perros de raza setter, que además son adoptados en su totalidad.

La paciencia es fundamental con todos los perros que han experimentado traumas vitales como el maltrato. «Los setter que llegan a nuestras manos suelen tener mucho miedo de todo, ya que un hogar acogedor es un entorno que ellos desconocen, porque no están socializados por sus dueños, que los suelen considerar meras herramientas de caza», según explica Lidia Garrido, portavoz de la Asociación Prosetter.

Unas pautas adecuadas son fundamentales para facilitar la integración en casa de un perro adoptado que ha sido cazador:

1. Cada perro, de manera independiente de su experiencia vital, tiene una personalidad y unas necesidades distintas. Por ello, cuando el perro adoptado llega a casa hay que dar tiempo para que se adapte a su nuevo hogar y ambiente.

Un perro que ha sido cazador puede estar acostumbrado a una dinámica muy diferente a la de un piso. Ello no significa que no se vaya a adaptar a su nueva situación, pero necesitará un margen de tiempo. Por ello, según Gregorio Sánchez, educador canino y adoptante de un perro que ha sido cazador recomienda: «Hay que dejar al perro recién llegado un espacio para que pueda estar solo si lo desea y no presionarle para que se integre, sino dejar que lleve su ritmo, aunque sea lento».

2. Los perros que han sido compañeros de cazadores suelen tener mucho temor de los ruidos y de la presencia y el contacto con extraños. Por ello es recomendable, sobre todo los primeros días, mientras se adapta a su nuevo hogar, usar un tono de voz bajo y tener cuidado con los ruidos estridentes y fuertes.

3. No todos los perros que han sido cazadores necesitan salir a correr a menudo por el campo. Esta circunstancia depende más bien del carácter del can. Es decir, si se trata de un setter, que es más nervioso y activo, requerirá más actividad física. Por ello, la representante de Prosetter, Lidia Garrido explica: «Es de vital importancia escoger un perro que se adapte a nuestro estilo de vida para cubrir sus necesidades y conseguir que el animal se aclimate a su nuevo hogar».

Por otro lado, en el caso del galgo, es un perro, que sobre todo a partir de los dos años de edad, precisará muchas horas de sueño y le gustará descansar en casa, aunque también necesite sus paseos, que podrán ser como los de cualquier otro perro. El hecho de que los dueños descubran las necesidades particulares de su perro, para poder satisfacerlas es clave para la adaptación del animal a su nuevo hogar.

4. Los perros que han sido compañeros de cazadores pueden tener tendencias escapistas. Por ello, durante los primeros meses de convivencia con su familia de adopción, es recomendable que cuando salga de casa siempre esté sujeto con la correa, aun en zonas aisladas, como en el campo. Estos perros tienden a perseguir cualquier animal que corra delante de ellos, y si ven una liebre o cualquier otro animal, pueden correr tras ellos y perderse.

5. El cariño, el amor y las caricias no deben faltar a estos perros que pueden haber sido maltratados por sus anteriores dueños. Lo agradecerán con creces y será su mejor acicate para adaptarse a su nueva familia.

6. La paciencia y la disciplina para que el perro se adapte a los horarios y ritmos de su nuevo hogar son fundamentales. El hecho de que el can se adapte de manera paulatina a la rutina habitual de la casa es clave para lograr su integración. Por ello, los dueños deben ser disciplinados en este sentido y procurar que coma, pasee, descanse y haga actividades familiares a las mismas horas.

 

Ong ADDA -Diciembre 2013


Relación de contenidos por tema: Caza


Temas

Haz clic para seleccionar