Carta abierta a María Teresa Campos - Luis A. Sin Buil

ADDAREVISTA 2

Decía usted en su programa, "A mi manera", el pasado quince de mayo, que estaría muy bien conservar la fiesta de los toros «porque es el único lugar donde se practica la democracia directa». Afirmación gratuita de quien desconoce las verdaderas experiencias de la democracia real practicada por sindicatos, molimientos ecologistas, pacifistas, vecinales y educativos. Otra cosa sería que usted se refiera a esa televisión -que le paga-, donde se monta una tertulia que no es taurina, sino contra los antitaurisnos, españoles y extranjeros, sin dársenos ningún otro tipo de opción. Ciertamente eso no es democracia, en todo caso un refinamiento de tiranía en cuanto que nos niega otras opciones.

Precisamente los antitaurinos estamos abriendo el diálogo sobre las corridas de toros y sus consecuencias para este país. En ese empeño llevamos trabajando ya varios años con un carácter reflexivo y dialogante con un total respeto hacia las personas. Respeto que no han demostrado sus invitados. En el programa dice usted que «desearía dedicar un espacio del mismo a contestar a las muchas cartas que recibe por las opiniones de sus invitados». Esto estaría muy bien, pero cuando se menciona a grupos o personas, son ellos quiénes deben dar su versión de los hechos y no dos líneas de una carta.
En la pretendida tertulia taurina se citaba en varias ocasiones a los ecologistas. Pues bien, he de decirles que el Comité Antitaurinp es el grupo que se encarga del Centro Documental y de la coordinación estatal de la campaña por acuerdo de los tres Encuentros Estatales Antitaurinos celebrados el año 1986 en Zaragoza, 1987 en Madrid y 1988 en Gijón y reconocido como tal por la Coordinadora Asamblearia del Movimiento Ecologista, CAME. Con ello pretendemos tan solo señalarle que al ser citados en su tertulia tenemos derecho, moral y legítimo, a replicar acusaciones y argumentos.

Se hacía referencia, también, al eurodiputado inglés Richard Cottrell, y al alemán Gerhard Schmid a quienes «El Fari» les llama «Pepito el Perdiguero». Esta falta de respeto hacia personas democráticamente elegidas en Parlamentos europeos con mucha más tradición democrática del nuestro, merece que les remitamos copia del vídeo por si consideran conveniente el derecho a réplica o incluso acciones judiciales.

Los argumentos expuestos en el programa son todos perfectamente rebatibles y estamos dispuestos a hacerlo cuando usted y Televisión Española, así nos lo permitan. No hay que olvidar que han hecho un uso partidista de los medios de comunicación del Estado, del que somos todos y que los antitaurinos también contribuimos a su mantenimiento. No sé si usted tendrá datos estadísticos -que gustosamente le facilitaremos- que le llevarían fácilmente a comprender que a la mayoría de los españoles no nos gustan las corridas de toros. Es más: nos disgustan. Entérese de las estadísticas.
Si a los medios les interesa tener noticias, se las podemos facilitar en abundancia: Acaban de celebrarse las Primeras Jornadas Internacionales de Defensa del Animal y Medio Ambiente en Tossa de Mar (Costa Brava) como primera población española declarada antitaurina. Ahí tiene una noticia importante que no han recogido. Hace pocos días recibíamos a un torero alicantino que actualmente reside en Australia; vino, de propio, a proponernos la realización en España de corridas incruentas donde no haya sangre, se llama Mariano Villaescusa, y tras matar más de seiscientos toros, aboga ahora por dulcificar las corridas; en Australia ya ha realizado exhibiciones incruentas emitidas por la televisión Australiana -tenemos los vídeos a su disposición- y ahora pretende hacerlo en España para el 92. Ahí tienen otra noticia importante. Otro extorero, Antonio Olmos «El Chocolate» famoso por saltar, como espontáneo, con un capote que ponía «Amnistía» y que en otra ocasión, tras el golpe de estado volvió a saltar con otro de «Viva la Constitución», milita, ahora, en las filas antitaurinas. Es autor, como asesor de la Generalität Valenciana en asuntos taurinos, de un informe para el Parlamento Europeo pidiendo la suspensión de la crueldad y del picador. Ahí tienen otra noticia.

Y, si le parece bien, le daremos mil y un datos más que los españoles también tienen derecho a conocer. Usted podría organizar otra tertulia con ecologistas y antitaurinos. También nosotros debemos ser oídos. Tan sólo hace falta una cosa muy sencilla, se llama: voluntad.

Ong ADDA  Abril/Junio 1990


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