El perro, Excalibur

ADDAREVISTA 49

Muerto el perro, Excálibur, comenzó la rabia

Carolina Pinedo

La retransmisión a través de los medios de comunicación de la sentencia de muerte de Excálibur desencadenó la condena de la sociedad

La historia de Excálibur, el perro con nombre de espada legendaria, fue la crónica de una muerte anunciada y no por ello menos injusta, triste y polémica. La programación de la muerte de cualquier ser vivo, resulta penosa y deprimente para lo seres queridos del sentenciado. En este caso, a Javier limón, dueño de Excálibur, le tocó sufrir la situación con más agravantes: su perro estaba presuntamente sano, su esposa gravemente enferma y muy apegada a su perro y la razón que adujo la administración para matarlo: la prevención contra el ébola, no resultaba convincente. De hecho, tras la muerte del animal, portavoces del gobierno, responsables de la toma de la decisión que quitó la vida a Excálibur, comentaron que el problema era la falta de medios para poner al perro en cuarentena y realizar las pruebas que determinaran si era portador del virus, algo que nunca se llegó a determinar.

Aunque el refranero español es muy sabio, en ocasiones, la realidad supera la ficción y obliga a dar un giro a sus acertados planteamientos. En este caso: muerto el perro se acabó la rabia, debería formularse como: muerto el perro comenzó la rabia, porque, afortunadamente, la opinión pública española, indignada, se posicionó a favor de Teresa Romero, Javier Limón y el inocente Excálibur, ajeno a todo el revuelo montado en torno a la petición de su muerte. Más de 300.000 personas firmaron a favor de la vida de Excálibur. Pero las autoridades competentes para tomar la decisión que evitara la muerte del animal no tuvieron en cuenta este clamor popular, por otro lado sorprendente y bienvenido, ya que muestra el cambio social conseguido en España con respecto a la concienciación sobre el cuidado y respeto de nuestros animales más cercanos.

A pesar de que Javier Limón se opuso a que sacaran de su domicilio a Excálibur, el Juzgado de le Contencioso-Administrativo número 2 de Madrid autorizó la entrada a la vivienda, a instancias de un informe de la Consejería de Sanidad madrileña, avalado por el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid. Excálibur estaba sólo cuando irrumpieron en la casa. Es para imaginar la cara del animal al ver entrar por la puerta a unos extraños, cuando esperaba a sus dueños. No obstante, en las inmediaciones del domicilio de Teresa Romero y Javier Limón, el partido animalista, PACMA, había concentrado a un grupo de personas que protestaban por la llegada de los ejecutores de la sentencia de muerte del perro.

Opiniones dispares de los expertos sobre matar a Excálibur

La vida o muerte de Excálibur ha estado rodeada de polémica. Los propios expertos en epidemiología y los veterinarios tenían ideas diferentes sobre cómo actuar con el animal. Así, Antoni Trilla, responsable de Epidemiología del Hospital Clinic de Barcelona, se mostró en desacuerdo con la muerte de Excálibur por tratarse de una decisión adoptada sin base científica y en la que se desoyó la amplia petición de someterlo a cuarentena y estudio. Además, este científico comentó que la supervivencia del perro hubiera supuesto una oportunidad de oro para investigar el virus del ébola. De igual manera se posicionaron otros conocedores del virus, como Eric Leroy, un científico considerado el mayor experto mundial sobre la relación entre perros y el desarrollo del ébola. Este experto en epidemias africanas comentó que la solución hubiese sido aislar al animal para hacerle un seguimiento que aportara valiosas conclusiones sobre el virus.

Pero, otros conocedores de la salud canina tienen ideas diferentes al respecto de qué había que hacer con Excálibur, como José Manuel Sánchez Vizcaíno, veterinario y catedrático de Sanidad Animal en la Universidad Complutense de Madrid, además de creador y responsable del primer laboratorio de alta seguridad biológica en España. Este experto en salud animal opina que la prevención estaba por encima de la vida de Excálibur y que la falta de medios para trasladar y estudiar al perro con garantías que evitaran el contagio del virus hizo que la balanza se inclinara a favor de su muerte. De hecho, ni siquiera se tomaron muestras para desvelar si el perro había desarrollado el virus del ébola. Una vez más, el argumento fue la falta de instalaciones y medios que evitaran la propagación del virus.

Con este caso, y salvando las evidentes diferencias de contexto, aparece en escena la obsoleta y manida idea de que los perros son una fuente de enfermedades cuando, en realidad, diversos estudios científicos al respecto (como los de Fundación Affinity) han demostrado que la presencia de un animal en casa, nos aporta bienestar y nos convierte en personas más felices. Por su parte, los veterinarios afirman que un perro sano, vacunado y en condiciones higiénico-sanitarias adecuadas no supone ningún riesgo para la salud de sus dueños. De hecho, “la transmisión de enfermedades entre perros y personas (zoonosis) es una circunstancia que, de producirse, se puede considerar como anecdótica”.

Ni siquiera en el caso de personas trasplantadas o que reciben tratamiento de quimioterapia, es decir que tienen las defensas bajas, un perro sano supone un riesgo para su salud, si se mantienen ciertas pautas higiénicas, como lavarse las manos después de acariciar al animal.

Excálibur es matado entre el clamor popular y de los argumentos científicos

Ni el argumento carente de emotividad, pero lleno de pragmatismo, de la investigación científica del perro en pos de nuevos descubrimientos que permitan combatir el virus del ébola, ni el conmovedor clamor popular consiguió cambiar la precipitada decisión de acabar con la vida de Excalibur. Y es que, el seguimiento, minuto a minuto, de la sentencia de muerte del condenado a través de los medios de comunicación, desató una gran indignación social, que trascendió nuestras fronteras. Incluso Brigitte Bardot condenó el sacrificio del perro. Desde la fundación de la actriz francesa,  con su mismo nombre, se comentó que no se trataba de una medida de precaución, sino de exterminio, porque ni siquiera se determinó que el perro estuviera infectado.

Tras la muerte de Excálibur, los ciudadanos continuaron conmocionados por tan fatal y triste final y sus condolencias y apoyos quedaron expresados en un libro, gracias a la iniciativa de Ong ADDA en el marco del décimo Salón para el Bienestar y la Defensa del Animal Abandonado (ANIMALADDA), celebrado en Barcelona. La solidaridad y el cariño recogidos en estas páginas por la triste pérdida de Excálibur se entregó a través de representantes de la asociación Ong ADDA en el hospital Carlos III de Madrid, para que Teresa Romero y Javier Limón pudieran leer 428 emotivos mensajes.

Excálibur conmovió y movilizó a la sociedad española y ese compromiso e implicación, resultan la mejor prueba de que hemos cambiado. Somos más piadosos y empáticos con los animales. Ahora, son muchos los españoles (más de 300.000 según las firmas en contra de la muerte de Excálibur) que han aprendido a hacer de la causa de la defensa de la vida de un perro, la suya, y eso es una estupenda noticia, a pesar de que el inocente Excálibur nos haya sido arrebatado de manera tan abrupta, injustificada y precipitada. Esperemos que no vuelva a ocurrir. Aunque, no podemos olvidar a los miles de perros que cada año son sacrificados, porque tampoco hay medios para atenderlos ni personas que les ofrezcan un nuevo hogar. Ellos son víctimas anónimas de las que nadie habla. Sólo se trata de cifras, sin nombre ni historia que despierte nuestra empatía, piedad o indignación. Ellos nos necesitan y no podemos quedarnos impasibles. Queda mucho trabajo por hacer y camino por recorrer para salvarles.

Algunos de los mensajes a Teresa y Javier.

 

  • "Recupérate y lucha por los derechos de tu mascota."
  • "Excálibur es el símbolo de la injusticia de este país."
  • "Excálibur es ahora infinito e invencible."  
  • "Quiero expresar mis condolencias por lo que es perder a un ser querido como tu perro, tu mitad. Estoy segura de que él os ha querido como a nadie y como nunca y sé que os estará esperando al otro lado de la vida".
  • "Excálibur, te quitaron todo tu derecho a la vida pensando que no lo tenías, pero nosotros lucharemos por que no vuelva a pasar, que todos los animales vean su derecho a la vida respetado."

 

Ong ADDA  -Diciembre 2014

 


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