Normas de captura, manipulación y reintroducción de los gatos callejeros

ADDAREVISTA 19

Parte de estas normas están recopiladas y refundidas según las recomendaciones de las organizaciones más punteras y especializadas que trabajan, desde hace años, en la defensa y control humanitario de los gatos callejeros: la Alley Caí Allies, ACÁ de EE. UU y la Universities Federation for Animal Welfare, UFA W del Reino Unido.

FASE PREVIA

Planificar y acordar, con anterioridad, el desarrollo de la acción con el veterinario que va a realizar las esterilizaciones. Asegurarse que utilizará puntos de sutura solubles pues no tienen que retirarse con posterioridad. Informarse sobre el tratamiento apropiado en caso de parásitos intestinales, vacunas y el estado de salud general, así como del sistema de identificación, visible y permanente, mediante un corte en la punta de la oreja. Acordar los honorarios: si forma parte de alguna agrupación profesional, ya sea privada o colegial, que apliquen unas tarifas blandas o precios especiales por un cierto número de animales. Establecer las fechas y las horas en que se le pueden entregar los gatos para poder ser intervenidos de inmediato.

Acostumbrar a los gatos, que van a ser capturados, a un horario fijo y metódico para darles de comer; al menos unos días antes a la fecha prevista para su captura. Deben recibir la comida en el mismo lugar y hora y, a ser posible, por la misma persona. También, unos días antes es aconsejable colocar, en el lugar, la jaula trampa desarmada, de forma que se acostumbren a ella y puedan husmearla si así lo desean. Es recomendable la limpieza previa sin que despida, tampoco, olores que puedan provocar rechazo. El día anterior a la captura programada es preferible no darles de comer a fin de que estén hambrientos. Avisar a todas aquellas personas que suelan alimentarlos que se abstengan de hacerlo durante aquel día.

Tener previsto y preparado un lugar, resguardado y protegido, en donde los gatos deben permanecer el tiempo necesario antes y después de la intervención hasta el momento que puedan ser nuevamente reintroducidos.

CAPTURA:

Existen variedad de tipos de cajas trampa y empresas que las fabrican. Lamentablemente estas firmas, a su vez, suelen fabricar variedad de artefactos que pueden ser utilizados para la captura de otras especies a las que los defensores de los animales se oponen firmemente. Fundamentalmente suelen ser de dos tipos: de cierre automático con resorte que acciona la puerta o, manuales, si lo hace una persona cuando comprueba que ha entrado el gato.

Si la trampa es automática, dentro de los modelos clásicos, debe ser inspeccionada frecuentemente para evitar que el animal sufra innecesariamente una prolongada permanencia en ambientes de frío o excesivo calor. Tomar precauciones a fin de evitar el riesgo que las trampas sean robadas o destrozadas por desaprensivos sin olvidar que otras personas, ajenas a la operación, con la mejor voluntad, puedan creer que se va en detrimento de los animales. Esta posibilidad desaparece en las trampas de sistema manual. Los gatos deben ser inmediatamente transferidos, con todas las precauciones tanto para el animal como para las personas, de la caja trampa al transportín para su espera y posterior envío al veterinario. Según las características del programa, quizás no será necesario su pase al transportín -operación que implica riesgos- y podrá llevarse directamente a la clínica veterinaria en la misma caja trampa.

La trampa debe ser colocada en la misma zona, o lo más próxima posible, en donde se alimenta a los animales, en un lugar de suelo plano a fin que conserve una buena estabilidad. Una jaula trampa mal colocada, e inestable, se moverá o temblará ante cualquier peso y los gatos no se atreverán a entrar en ella. Si el suelo es de rejilla de alambre colocar papeles de periódico en varias capas ya que no les gusta, ni están acostumbrados, a caminar sobre ella. Evitar que el papel de periódico, o de lo que sea, pueda dificultar el mecanismo de cierre de la compuerta si ésta es de cierre automático.

Poner comida que les resulte fácilmente reconocible por su olor. El mercado ofrece una gran variedad de latas por las que sentirán una gran predilección. Extender, también, alrededor de la caja trampa varios papeles impregnados de la misma comida, además una pequeña porción junto a la entrada y el resto, en mayor cantidad, en el fondo de la trampa. Aplazar todo el programa de la captura si llueve mucho o hace un calor excesivo. Por el bien de los animales no debe dejarse la trampa desatendida o fuera de control.Tampoco es aconsejable estar dando vueltas alrededor de ella, ya que se podría asustar o hacer recelar al animal. Comprobar que funcionen los mecanismos y resortes de cierre y controlar el lugar en cortos espacios de tiempo sin que con ello pueda interferir su normal comportamiento.

Si el gato se escapa una vez atrapado se vuelve muy receloso y resultará mucho más difícil, en el futuro, lograr su captura. Aprenden rápido. Tan pronto haya entrado en la caja trampa hay que cubrirla completamente con un paño o manta para que se tranquilice. Es importante durante todo el proceso que el animal permanezca tapado ya sea dentro de la trampa como en el trasportín. Como precaución comprobar que no haya entrado otro animal, en cuyo caso hay que dejarlo en libertad inmediatamente y en el mismo lugar.

Realizada la captura y dependiendo del número de animales, cajas trampas o transportines disponibles, según la logística de la operación, deben ser trasladados, lo antes posible, al lugar concertado de antemano hasta el momento de la intervención, teniendo siempre presente que deberán permanecer entre seis y doce horas en ayuno para un mejor resultado. Consultar con el veterinario en el caso de darles de beber.

En caso de haber capturado una gata lactante es conteniente rastrear la zona y buscar los gatitos; si no no se encuentran recordar que la madre debe ser reintroducida entre las diez y doce horas después de realizada la intervención para que pueda continuar amamantando a las crías. Seguir el consejo del veterinario. Si se han atrapado a las crías antes que a la madre, ponerlas en un traspontín tapado junto a la caja trampa la madre no tardará en acercarse. De igual forma los gatitos acudirán si es la madre la que permanece dentro del traspontín. Las gatas en celo colocadas dentro de un transportín pueden atraer a los machos que resulten difíciles de capturar; no obstante no poner nunca a la gata como reclamo dentro de la caja trampa, pues el animal recién capturado y asustado y el retenido, ambos, podrían resultar heridos.

No pasar los dedos a través de la jaula. Usar guantes. Evitar que los niños la toquen y que otros animales domésticos estén a su alrededor

Algunos gatos, por su docilidad o por el conocimiento de quien les da de comer, pueden ser cogidos sin necesidad de utilizar ninguna trampa. No obstante, su manejo deber ser cuidadoso. Se recomienda utilizar guantes y una toalla para evitar arañazos y mordeduras que, a su vez, protegerá al gato evitará que se retuerza y ayudará a retenerlo.

EN LA CLÍNICA VETERINARIA

A partir de los seis meses los gatos de la colonia deben ser operados, ya sea por esterilización o castración. Entre los meses de febrera octubre las operaciones deben hacerse, con prioridad, a las hembras ya que es la época preferente de reproducción.

Es de suponer que el veterinario conoce que tiene en sus manos gatos callejeros en estado semi-salvaje y su manipulación es más dificultosa y peligrosa que otro doméstico. Hay que tener precaución con mordeduras y arañazos. Si el animal resulta muy difícil de manejar es posible que la inyección de anestesia deba ser suministrada a través de las rejas de la jaula.

Mientras los gatos están bajo los efectos de la anestesia es el momento de hacerles un reconocimiento general: en especial las orejas deben ser limpiadas y tratadas contra ácaros y la cola con un spray antipulgas. Es el momento de vacunarlo, si es necesario, y se realizará el corte de un centímetro de la punta de su oreja para quedar definitivamente identificado. Consultar el número de vacunas que sean necesarias para aquellos gatos que se haya decidido adoptarlos o serán enviados a un determinado refugio.

Si un gato presenta síntomas de una mala recuperación después de la operación es conveniente que lo vea, de nuevo, el veterinario antes de dejarlo en libertad. El sacrificio humanitario de los gatos callejeros tan sólo debe se r contemplado como última alternativa en aquellos casos de enfermedad o accidente grave e irreversible en evitación de agonías y sufrimientos inútiles.

REINTRODUCCION

Normalmente los gatos pueden ser liberados pasadas 24 horas desde la intervención, pero si por cualquier circunstancia deben ser retenidos durante más de cuatro días, deberán disponer de una jaula más amplia para que puedan moverse con mayor libertad. Antes de liberar a un gato hay que observarlo. Si come, bebe y orina son buenos signos de recuperación. Si hay pérdida de sangre o supuran los puntos de sutura debe volver al veterinario.

Cuando los gatos ya estén en condiciones de ser reintroducidos hay que devolverlos al mismo lugar en que fueron capturados. Otro sitio, desconocido para ellos, los desorientaría o se encontrarían con el rechazo de los miembros de otras colonias. Si este sitio ofrece dificultad o peligro, ya sea por tráfico intenso, etc., hay que tomar las debidas precauciones ya que el animal al ser liberado puede salir de estampida si está asustado y al alejarse, precipitadamente, podría resultar atropellado. Durante todo el proceso y su traslado la caja trampa debe continuar tapada. Colocarse detrás de la caja en el lugar que se considere oportuno y más seguro. Abrirla para que salga. Seguramente el gato saldrá inmediatamente pero si se muestra indeciso o desconfiado, inclinar suavemente la trampa o hacer un poco de ruido. No intentar sacarlo nunca introduciendo las manos. Si aún así no sale, dejar la caja trampa en el mismo lugar. Probablemente esperará a que oscurezca para hacerlo. Se debe actuar con prudencia, sentido común y pocas prisas.

CONSEJOS Y PRECAUCIONES

Las crías no pueden ser destetadas antes de las cuatro a las seis semanas. En caso de desear adoptarlas hay que respetar este período sin dejar que pase mucho más tiempo, pues resultaría más difícil su domesticación. Alrededor de las ocho semanas es una edad ideal para su adopción y adaptación si deben permanecen en un hogar.

Después de ser utilizadas, las cajas trampa, los transportines y el resto del material debe ser debidamente limpiado y desinfectado con lejía. Cambiarse de ropa y lavar la usada antes de tener contacto con los animales domésticos de casa en prevención a posibles transmisiones de enfermedades.
Una colonia de seis gatos es el mínimo recomendado para mantener un grupo cohesionado. Si el número de felinos es demasiado pequeño se produce un efecto de vacío y otros gatos se incorporarán a la colonia. Si existe un espacio muy amplio, varios grupos pueden convivir de forma distanciada unos de otros.

 

Ong ADDA  -Octubre 1998


Relación de contenidos por tema: Animales de compañia


Temas

Haz clic para seleccionar