La enfermedad de la inmunodeficiencia felina, FIV

ADDAREVISTA 19

LA ENFERMEDAD DE LA INMUNODEFICIENCIA FELINA, FIV.

La enfermedad de la inmunodefíciencia felina, FIV fue identificada, por primera vez, en el año 1986 por el veterinario Niels Pedersen de la Universidad de California (UC) en Davis. La existencia de un virus parecido, o similar, al HIV ya fue sospechada por un criador de gatos al que le recodaban los síntomas padecidos por sus gatos a los que se daban en el SIDA de los humanos. Originariamente el VLTFe (lentovirus linfotrópico T felino) fue redenominado FIV como una clasificación más actualizada. De alguna forma el FIV es similar a la leucemia felina (FeLV). Ambas enfermedades están causadas por virus pertenecientes a la familia conocida como retrovirus que inciden, ambas, en el debilitamiento del sistema inmunológico, podríamos decir el SIDA felino o SIDAFe. Pero, a diferencia del FeVL (leucemia felina), el FIV pertenece a una subfamilia, conocida como lentovirus, o virus lentos, que puede permanecer en estado inactivo durante meses, y años, antes de aparecer los signos de la enfermedad.

Desde su descubrimiento el FIV se ha localizado en casi todo el mundo. A pesar de haber sido reconocido recientemente, ya en 1968, el los EE.UU. y en 1970 en Europa y Australia, muestras de sangre felina demuestran su existencia desde mucho tiempo antes. No obstante, el virus se ha encontrado tan sólo en los gatos domésticos y callejeros. Intentos de aislar el virus FIV, u otros lentovirus, en gatos salvajes han fracasado.

¿QUE GATOS TIENEN RIESGO?

La mayor parte de de la investigación realizada hasta el momento (1992) indica que se localiza en gatos adultos de cinco años o más; una razón por la que el virus actúa lentamente y contrasta con el virus de la leucemia felina que infecta a los gatos en edad más temprana. Es domésticos en semilibertad con frecuentes correrías al exterior, e incide raramente en aquellos que no salen de sus hogares. Los machos la padecen más que las hembras, o sea quienes más pelean por el territorio y, a diferencia del la leucemia felina que se extiende rápidamente, el FIV lo hace poco a poco. Esto explica la transmisión de gato a gato. Tanto la FeLV como la FIV están presentes en la saliva y la sangre de los individuos infectados. Un mordisco es suficiente. No obstante, el virus FIV se transmite con facilidad a través del útero o por contacto con los líquidos corporales cuando comen juntos o se lamen.

Se ha demostrado que en un grupo de gatos que convivieron juntos durante dos años, sólo uno entre 20 se infectó. Según Pedersen "si el agente de la infección hubiese sido la leucemia felina, el 100 % del grupo resultaría infectado entre las 16 y 22 semanas". Estudios de la UC Davis indican que una sola mordedura es suficiente para transmitir el FIV de por vida, mientras que una tercera parte de los infectados por leucemia felina pueden eliminarlo.

Las manifestaciones más comunes de la FIV son las infecciones en la boca, enfermedades crónicas del tracto superior respiratorio, problemas gastro intestinales y urinarios, de piel y, en ocasiones, del sistema nervioso central. Raramente desarrollan cáncer de los nodulos linfáticos y en la médula. Dado que la enfermedad, en sus fases avanzadas, amordaza el sistema inmunológico se desarrollan infecciones bacterianas y virales secundarias.

FASES DEL FIV

Los científicos las clasifican en cinco fases:

  1. Estados variables de fiebre, disminución de los glóbulos blancos en sangre y nodulos linfáticos hipertrofiados. Diarrea y depresión en los más afectados. Estos síntomas, en la mayoría, desaparecen después de 2 semanas o algunos meses.
  2. No se presentan indicios clínicos, pero sí que se muestra un estado anormal en un tercio de los gatos infectados que hace que sus dueños los lleven a la consulta veterinaria.
  3. Mas de la mitad de los gatos afectados ya han pasado por el veterinario, normalmente, aquejados de infecciones crónicas.
  4. La salud de los gatos va disminuyendo paulatinamente, durante meses o años, y muchos sucumben a las enfermedades asociadas a la FIV hasta tal punto que la mayoría de sus propietarios decidan su sacrificio humanitario. Menos del 10 % llegan hasta la fase 5, 
  5. Esta fase que es análoga al SIDA humano en pleno desarrollo, caracterizada por extremado adelgazamiento, anemia e infecciones. Llegada esta etapa no sobreviven más de uno a seis meses a pesar de un intenso cuidado veterinario.

Un dato alentador es que solamente un 3 % de la población total gatuna está afectada por el FIV. La única forma de conocer con exactitud si un gato padece VIF es a través del veterinario que le realizará el análisis ELISA que detectará la presencia de anticuerpos. Estos, normalmente, aparecen dentro de las dos a cuatro semanas de producirse el hecho de la infección, pero puede retardarse hasta un año. Hay casos, especialmente en gatitos jóvenes, que dan ELISA positivo sin estar infectados por haber recibido anticuerpos a través del útero de la madre o con individuos que han sido vacunados para prevenir otras enfermedades.

Para los gatos domésticos -aunque esto se aparta del tema de los callejeros que ahora se trata-, es recorríendable mantener un mínimo de precauciones contra el VIF. No dejar que salga ni tenga contacto con otros gatos, y si hay varios en un mismo hogar o lugar, hacer pruebas a todos ellos a fin de aislar el/los FIV positivo/s.

¿PELIGRO PARA LOS HUMANOS?

Al principio de descubrirse la enfermedad preocupó, de inmediato, la posibilidad de contagio a los seres humanos. Toda la evidencia hasta la fecha de estos estudios, datados en 1992, indicaba que el FIV quedaba reducido a los gatos. Al igual que los lentovirus, en general, se localizan en los miembros de una sola especie. Ninguna enfermedad se ha detectado en personas en contacto con gatos FIV positivos a pesar de haber resultado, incluso, mordidos. Hasta este
momento no se considera, por tanto una amenaza para las personas.

El Dr. Rolf Spangenbert en su libro dedicado a las enfermedades de los gatos niega la denominación, que considera equivocada, "del SIDA de los gatos" pues, según manifiesta, "ha sido objeto de falsas especulaciones"

VACUNA CONTRA EL FIV

Aún no se ha encontrado una vacuna efectiva para dominar el FIV felino pero se están aunando esfuerzos en la investigación entre médicos, veterinarios y científicos.

(Resumen de un artículo de la veterinaria Amy Morder aparecido en 1992 en la publicación ANIMALS de la Massachusetts Society for the Prevention of Cruelty to Animáis, MSPCA de Boston (EE.UU.:)

ENFERMEDADES CONTAGIOSAS PARA LOS HUMANOS.

La más peligrosa es la rabia, pero el peligro de afección es reducido pues ha de contagiarse por el contacto con otros animales. Desde hace años no se han dado en España casos de rabia producidos por perros y gatos, y la vacunación ya no es obligatoria.

La toxoplasmosis es una enfermedad transmisible a través de los oocistes excretados junto a las heces, por lo que las mujeres embarazadas deben tomar las debidas precauciones. No es aquí el lugar para extendernos sobre sus características, especialmente cuando los gatos callejeros no conviven con los humanos. Tan solo señalar ciertas precauciones indispensables de higiene que cualquier veterinario podrá enumerar más detalladamante.


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