Animales salvajes en cautividad: ¿zoológicos? 1ª Conferencia Internacional

ADDAREVISTA 26

Para ganarse la simpatía y la tolerancia del público, muchos zoos se auto-adjudican funciones tan importantes como son la conservación, cría y reproducción de animales en peligro, y se califican como “centros educativos y de investigación”. La 1ª Conferencia Internacional por la Defensa de los Animales en Cautividad, celebrada el pasado mes de septiembre en Barcelona, puso en evidencia que la realidad es muy distinta, y que los animales recluidos en estos centros padecen un continuo sufrimiento y estrés.

El pasado 19 de septiembre se celebró en la ciudad de Barcelona la 1ª Conferencia Internacional por la Defensa de los Animales Salvajes en Cautividad, en la que se debatió el presente y futuro de los zoológicos y se plantearon cuestiones tales como: ¿la exhibición de animales en cautividad ayuda a preservar las especies? ¿Cumplen los zoos las normas de bienestar animal? ¿Es educativo observar los comportamientos patológicos de los animales? ¿Es lícito que los encerremos de por vida para nuestro disfrute personal? La jornada, fruto de la colaboración entre las asociaciones de defensa del bienestar animal ADDA y Born Free Foundation, fue eminentemente práctica, e incluso se crearon talleres para la formación de inspectores de zoos. El acto contó con la presencia de Virginia McKeena, fundadora y actriz cinematográfica.

MOTIVO DE LA CONFERENCIA

Dado que por las mismas fechas, septiembre de 2002, Barcelona fue sede de la reunión de la EAZA (Alianza Europea de Zoos y Acuarios), que sin representar la totalidad de ellos reunía a los más significativos, intentando demostrar las tendencias futuras de los zoos: educación, conservacionismo, etc., era necesario, simultáneamente, ofrecer una información contrapuesta exponiendo lo inútil de perpetuar estas prisiones de animales en el siglo XXI, cuando los avances tecnológicos y la capacidad de informarse permiten ahora conocer a los animales en sus hábitats y etologías, con un rigor que, jamás, ningún zoo, por su idiosincrasia, podrá ofrecer. Este encuentro, eminentemente práctico, se estructuró en una jornada completa de tarde ofreciendo talleres y la formación del “Inspector/a de Zoos” finalizando con dos charlas –la principal de Virginia McKeena- seguidas de coloquio y debate,

LOS ORGANIZADORES

  • Asociación Defensa Derechos Animal, ADDA: 
  • La Asociación Defensa Derechos Animal, ADDA, trabaja para mejorar las condiciones de vida de todos los animales. Denuncia los abusos y maltratos y promueve el reconocimiento y respeto de sus derechos como seres dotados de pensamiento, sentimiento y sensibilidad. La asociación ha lanzado ya diversas campañas para acabar con el dolor y el cautiverio injustificados de los animales salvajes.
  • Born Free Foundation: Es una organización benéfica, internacional y dinámica, fundada por el matrimonio de actores Bill Travers, ya fallecido, y Virginia McKeena quienes, tras protagonizar la película “Nacida libre”, se convirtieron en infatigables defensores de la vida en libertad. Born Free considera que los animales salvajes pertenecen a la naturaleza, y que su reclusión debería ser algo del pasado. Protege a especies amenazadas y trabaja con comunidades locales para ayudar a personas y animales a vivir juntos sin conflictos. En la actualidad, Born free tiene en marcha varias campañas dedicadas al bienestar animal y la conservación de especies en peligro. Con sus periféricas Zoo-Check y Elefriends, atiende a elefantes, grandes felinos, mamíferos marinos, osos, primates, lobos y programas educativos.

TRABAJANDO JUNTOS

Tanto ADDA como Born Free Foundation forman parte de la Red Europea de Defensa del Bienestar Animal, una coalición que trabaja para aliviar el sufrimiento de los animales cautivos y objeto de explotación injustificada, no sólo en zoos, sino también en circos y delfinarios. Expone casos de crueldad y su objetivo a largo plazo, es evitar la confinación de los animales salvajes.

RESUMEN DE LO MÁS SIGNIFICATIVO  TRATADO EN LA CONFERENCIA

DERECHOS QUE SE VULNERAN

De acuerdo con los principios de la Declaración Universal de los Derechos del Animal, proclamados en el año 1977:

  • Todo animal perteneciente a una especie salvaje tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático, y a reproducirse.
  • Toda privación de libertad, incluso aquella que tenga fines educativos, es contraria a ese derecho [artículo 4 a) y b)].
  • Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre.
  • Las exhibiciones y espectáculos que se sirven de animales son incompatibles con su dignidad [artículo 10 a) y b)].

Los zoos, delfinarios y circos que explotan a los animales salvajes vulneran estos principios, ya que, tras una aparente inocencia y simpatía, transmiten la idea anti-educativa de que el hombre es dueño y señor de la naturaleza y puede manejar a los animales como si éstos fueran marionetas o juguetes. Lo cierto es que la mayoría de ellos sufre física y psicológicamente en estos centros, debido a lo inadecuado de sus instalaciones y a que deben soportar el verse convertidos en meras atracciones o motivo de curiosidad.

¿ZOO-LÓGICOS?

¿Por qué, a pesar de las deplorables condiciones en que viven los animales en los zoos, el público los continúa visitando? Una de las razones puede ser que han formado parte de nuestra sociedad desde el siglo XIX, cuando como “casa de fieras” completaban en Europa las aventuras y “hazañas” que se contaban de los exploradores en tierras africanas. Las relaciones públicas y el marketing también han tenido una parte importante, y es que los zoos se autoadjudican funciones importantes -sin tenerlos la mayoría de ellos- tales como: educación, reproducción y conservación de especies amenazas. La realidad, sin embargo, es muy distinta. Está probado que las especies realmente amenazadas no superan el 10 % de las colecciones que se exhiben

¿EDUCACIÓN?

Los responsables de los zoos aseguran que pretenden educar, pero este objetivo se contradice con el método que emplean para transmitir el mensaje educativo. Utilizan a animales cautivos que se comportan de forma muy distinta a cómo lo harían en su medio natural. Si a esto se le añaden espectáculos circenses -algo que los descalifica totalmente- que les obligan a adoptar conductas que jamás se producirían si estuvieran en libertad, lo que se consigue es desorientar al público mostrando una imagen distorsionada y de dominio del hombre sobre ellos, trasmitiendo la idea, anti-educativa, de que los humanos construimos la naturaleza a nuestro gusto y capricho.

En el zoo se observan los mismos comportamientos patológicos de las prisiones; un comportamiento anormal y errático, provocado por la cautividad: elefantes que se bambolean balanceando incansablemente la trompa, osos que se levantan sobre las dos patas para pedir cacahuetes... nada que ver con lo que el animal libre nos enseña. Las especies están amontonadas, los animales de Asia están al lado de los de África, los del Polo Sur son vecinos de los del Polo Norte con especies tropicales mezcladas con las de los países fríos.

La conclusión es que la mejor forma de aprender de los animales salvajes la ofrecen los muchos documentales que, fruto de una investigación minuciosa y un arduo trabajo, muestran su verdadera naturaleza y sus comportamientos, cuando se encuentran libres y sin estrés. El Dr. Jean Claude Noet (ver ADDA Defiende los Animales nº 11), médico especialista en histología, citología y citogenética, profesor en la Facultad de Medicina Pitié Salpétrière, se manifiesta: “exhibir a un animal en cautividad se contradice con la idea de un ser vivo dotado de pensamiento, sensibilidad, libertad y especificidad. Los zoos engañan la percepción del niño y provocan en él la imagen del animal objeto, completamente contraria a los principios de respeto hacia la naturaleza y la vida en todas sus formas”.

¿INFORMACIÓN?

Los zoológicos presumen de ofrecer información, pero, por lo general no se entrega información ni folletos a los visitantes que les informen de las normas y conductas a seguir durante las visitas a estos centros (por ejemplo, que no se grite, ni haga ruido, que no se golpeen los cristales de las jaulas, ni se lancen objetos). El control para que no se moleste o alimente a los animales, es prácticamente nulo. Siempre difunden el número de nacimientos o los programas de cría en cautividad de determinadas especies, pero no facilitan información sobre las estadísticas y edad de los animales que mueren (muchos de los nacidos no llegan a edad adulta), las causas o diagnósticos de las defunciones. Los nacimientos –muchas veces se recurre a la inseminación artificial-, aunque sean numerosos, no significan una continuidad de la especie. No deben confundirse los términos. Para tener sentido, la reproducción debe comprender también el crecimiento de los individuos, hasta el momento en que lleguen a la edad de la reproducción. La natalidad debe ser mayor que la mortalidad. Si no, ni reproducción ni nacimientos tienen sentido.

¿Qué ocurre con los recién nacidos de los que se nos habla con ternura? Noticia sensiblera que se intenta promocionar a través de los medios de comunicación. Se desconoce hasta qué punto su vida es frágil, y pueden sucumbir ya sea porque las madres los rechazan o los matan, o, simplemente, porque contraen alguna enfermedad. Es cierto que hay algunas especies que crían en cautividad, como el promiscuo león, el lobo o el babuino. Pero por cada una de ellas hay cientos que perecen, y son, precisamente, las más amenazadas.

Los zoos tampoco comunican el número y especie de los animales que se crían con inseminación artificial, ni hablan de lo que se hace con los excedentes: ¿se trasladan, se dan, se cambian o se venden? ¿Cómo, dónde y cuándo?

¿CONSERVACIÓN?

La supervivencia de las especies no puede pasar sino es por la indispensable preservación de sus espacios naturales. Coleccionar algunos individuos y mantenerlos cautivos no es la respuesta adecuada. El objetivo es conservar la especie, considerada como: una población de individuos estrechamente vinculados a su entorno, a través del cual expresan su comportamiento. Dicho de otra forma, para salvar a las especies en peligro de desaparición no se debe partir de una zoología anacrónica, sino de la biología, la etología, la ecología y la genética. Para contribuir a su conservación necesitamos contar con unos sólidos conocimientos en estas materias, por lo que debemos situarnos en el terreno científico que tiene poco que ver con un público que paga en una taquilla con el ánimo de distraerse -niños incluidos- y pasar un buen rato. En ningún caso las prácticas habituales que tienen lugar en los zoos y los conceptos por los que se rigen pueden resistir la crítica científica. Es más, lo que es aún peor, los responsables de estos establecimientos no acostumbran a poseer la formación que resulta absolutamente imprescindible para desarrollar el alto nivel profesional que actualmente su cargo requiere, perjudicando a los animales e interfiriendo su ciclo natural.

GENÉTICA

Los parques zoológicos son causa de una contra-selección. Por dos razones. En primer lugar se mantienen, o se provocan nacimientos, de animales que la selección natural habría hecho desaparecer, puesto que padecen malformaciones y anomalías graves; ejemplares débiles que por su endogamia que en su hábitat original, sería depredados en un santiamén. En los espacios artificiales y confinados de los zoos no existe ninguna competición selectiva, sexual ni territorial. No existe ninguno de los enfrentamientos que contribuyen a la selección de los individuos que han de mantener el carácter de la especie.

El segundo motivo consiste en que en una población pequeña las posibilidades de elección al escoger pareja son muy limitadas, incluso inexistentes. La mezcla genética se ve muy reducida y se produce un circuito cerrado, llamado endoximia, que tiene como consecuencia la degeneración, a corto plazo, de la especie.

COMPORTAMIENTOS ESTEREOTIPADOS (patologías)

¿QUÉ LOS PROVOCA?

  • Los animales son arrancados de su hábitat natural.
  • No pueden desarrollar los comportamientos que normalmente llevarían a cabo.
  • Están aburridos y frustrados, no cuentan con estímulos que les ayuden a sobrellevar el cautiverio.
  • Les resulta imposible actuar según sus propios instintos, están sometidos a un control constante por parte de los humanos.
  • Se ven separados de su grupo, obligados a vivir en solitario.
  • La medicación, el control médico de su fertilidad.
  • El mismo cautiverio, que les priva de la libertad de recorrer largas distancias.
  • Infraestructuras de poca calidad, iluminación artificial, dieta predecible, ruidos y olores extraños.
  • Proximidad antinatural de otros animales y humanos.

SUFRIMIENTO DE LOS ANIMALES CAUTIVOS

CAUSAS:

  • Aislamiento. Falta de contacto con otros individuos de su misma especie y de otras propias de su entorno natural.
  • Frustración y apatía. Pérdida de libertad. Imposibilidad de comportarse tal y como lo harían estando en su ambiente.
  • Represión de sus instintos naturales.
  • Privación de aire y luz natural, en el caso de algunas especies.
  • Una forzada y difícil adaptación a climas y temperaturas muy distintas de las habituales en su entorno, y para los que no están biológicamente preparados.
  • Tendencia a la degradación genética, física y comportamental, consecuencia de múltiples factores, ambientales físicos y psicológicos, que la propician.
  • Falta de estímulo para obtener la alimentación, ya que se les da a horas concretas y de forma rutinaria.
  • Estrés permanente, apatía, tristeza y aburrimiento, que se traducen en: conductas erráticas, movimientos repetitivos y otros estereotipos.

A las patologías indicadas anteriormente, existen otras internas a través de enfermedades digestivas, cutáneas, respiratorias o cardio-vasculares. Por regla general, a diferencia de los humanos, un animal se encuentra mucho peor de lo que trasmite su apariencia externa.


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