El estatuto del Veterinario - Manuel Cases

ADDAREVISTA 29

La profesión veterinaria tiene un amplio campo de acción. La mayoría de las veces su figura no trasciende de cara a la sociedad y sus especialidades son desconocidas. Los veterinarios de pequeños animales de compañía son los que más se conocen y hasta aparecen en series televisivas (Veterinaris, de TV3 de Cataluña). Es necesario, también, conocer un sector importantísimo de este colectivo: los veterinarios que se ocupan del control de los animales destinados al consumo humano, cuyo trabajo de campo se realiza principalmente en los mataderos. Trabajo ingrato que precisa, como nunca, vocación y espíritu de sacrificio. Quizás la primera a veces puede verse truncada por una necesidad de dinero y otras situaciones especiales pues desearían buscar lugares de trabajo más placenteros, como una clínica veterinaria propia.

Los veterinarios, por disposiciones legales, tienen que estar presentes en todo el proceso de la cría del animal, desde su nacimiento hasta su engorde, transporte y sacrificio. Pero donde se pueden localizar en la mayoría de los casos es en los mataderos, que pueden ser municipales, compartidos o privados. Su trabajo, antes de la muerte del animal y después, en un examen post mortem, requiere temple y experiencia, pues cualquiera de las instrucciones que den sobre el procedimiento es casi seguro que repercutirá más tarde en los beneficios del negocio. La mayoría empieza con contratos eventuales, y su máxima aspiración es, a través de una oposición, lograr un puesto en las administraciones. Los puestos más deseados son los de inspector de la Unión Europea, lugares privilegiados.

La importancia del bienestar del animal, de que los animales tienen que estar bien tratados, criados, transportados y sacrificados de la forma más humanitaria posible, es un tema que hasta hace poco no ha sido impartido en las facultades. Ha habido casos de procedimientos bárbaros en su trato desde las mismas facultades. ¿Cómo se les puede pedir, después, un trato humanitario? En la actualidad las cosas están cambiando en el ámbito universitario y en el ambiente social y , forzosamente, los antiguos alumnos deberán reciclarse.

¿Cuál es la posición actual de los veterinarios de este importante sector? Sencillamente es desastrosa. Carecen de autoridad y están, casi siempre, resignados o enfrentados con la empresa para la que trabajan. De nuevo han saltado a los medios de comunicación casos de agresión física y de inspectores que no han podido realizar su labor, o que han sufrido daños en sus bienes y amenazas verbales cuando, en cumplimiento de sus obligaciones, querían hacer prevalecer su profesión. Muchos de ellos no se atreven a cursar una denuncia porque son víctimas de la violencia. En Bélgica un veterinario fue asesinado (ver ADDA Defiende los Animales n° 16). La interinidad es una espada de Damocles que pende constantemente sobre ellos. Un veterinario incómodo para el matadero dura poco porque no se le renueva el contrato. Éste es un drama personal que puede derivar en un drama social, porque las condiciones higiénicas y de salubridad de la carne destinada al consumo humano pueden poner en peligro a corto o largo plazo, con enfermedades de posterior aparición, la salud de muchas personas.

Ong ADDA -Diciembre 2004


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