Porcentaje mortalidad mamíferos y aves, víctimas de la caza

ADDAREVISTA 54

Redacción. Las poblaciones de aves y mamíferos tropicales se han reducido drasticamente a causa de los cazadores. Concretamente, en las zonas de impacto —caminos y asentamientos—, la vida de los mamíferos ha disminuido un 83 %, mientras que la de las aves lo ha hecho en un 58 %.

Estos datos, publicados en la revista Science el mes de abril de 2017, son fruto de un exhaustivo estudio de investigación dirigido por la española Ana Benítez-López, del departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad Radboud en Nimegan (Países Bajos). Han formado parte del equipo internacional científicos de las disciplinas de Ecología y Ciencias Ambientales, que han trabajado en 176 estudios para cuantificar la disminución de mamíferos y aves provocados por la caza en los hábitats tropicales de América Central y del Sur, África y Asia.

El estudio ha investigado la evolución, desde 1970 hasta la actualidad, de 254 especies de mamíferos (desde rinocerontes, elefantes y leones hasta roedores) y casi de un centenar de aves. La diferencia del impacto de la caza explica por qué los mamíferos grandes son los más «buscados», ya sea por alimentación, para comercialización o como «trofeo» del cazador. Otra conclusión derivada del estudio es que la reducción de la fauna salvaje es mayor cuanto menor es la distancia que hay a los puntos de acceso de los cazadores (carreteras y zonas pobladas). Debido a la demanda creciente de carne de caza, muchas de las especies han sido cazadas hasta su extinción en la proximidad de las urbes, pero los cazadores no dudan en recorrer distancias más largas y adentrarse en los bosques para cazar. Esta práctica se acentúa en la caza de grandes mamíferos, como elefantes y gorilas, pues los beneficios que obtienen por «pieza» cazada son mucho mayores.

Una de las conclusiones más graves del estudio es que la población de mamíferos se ha reducido incluso en las zonas protegidas. Según el equipo dirigido por Benítez-López, sólo el 17 % de la abundancia original de mamíferos y el 42 % de las aves se mantienen en estas áreas. Por ello, Benítez incide en la importancia de adoptar, urgentemente, estrategias para evitar la defaunación como, por ejemplo, aumentando las patrullas contra la caza furtiva y con fuertes medidas legislativas y consecuente aplicación de sanciones para los infractores.

Esta situación alarmante demuestra que en ambientes tropicales la caza tiene una notable afección negativa sobre las especies. En España, muchas de las especies cinegéticas, principalmente aves, tienen una mala situación de conservación. El comité científico de SEO/BirdLife analizó las condiciones que debería cumplir la caza en España para no afectar a la biodiversidad y constataron que la mayoría no se están cumpliendo.

El impacto creciente de las actividades humanas en la naturaleza está provocando una pérdida de biodiversidad acelerada. La causa principal es la destrucción de ecosistemas de gran interés cuando se ponen tierras en cultivo desecando pantanos o talando bosques, cuando se cambian las condiciones de las aguas o la atmósfera por la contaminación, o cuando se destruyen hábitats en la extracción de recursos. La caza, la introducción de especies exóticas y otras actuaciones han provocado la extinción de un buen número de especies, y la destrucción de la selva tropical es la mayor amenaza a la biodiversidad, ya que su riqueza de especies es enorme. 

Ong ADDA -Junio 2017


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