Códigos Éticos en Albergues y Centros de Acogida - Isabel Cidoncha

ADDAREVISTA 42

Quienes trabajando en un albergue, refugio o centro de acogida de animales abandonados se encuentran en la difícil y delicada decisión de tener que eutanasiar a un residente, han sido, y son, motivo de acaloradas y comprensibles controversias. La Sociedad Protectora de Animales de Mataró, SPAM, (Barcelona) en un esfuerzo por acometer estas situaciones, ha elaborado un Código Ético que en manos de un Comité intenta avanzar y ordenar tanto las decisiones como las responsabilidades.

EL COMITÉ ÉTICO

Cuando una protectora acoge a un perro a gato abandonado, se responsabiliza en ese momento de su cuidado y protección. Pero en el día a día, estos centros se ven obligados a tomar decisiones que si bien pueden ser correctas a nivel de gestión, tal vez no lo sean desde una perspectiva veterinaria o bienestarista y viceversa. Por ello es necesaria y se aconseja la existencia de un Comité en cada centro que evalúe las problemáticas que pueden darse, como por ejemplo, una posible eutanasia de un animal que esté enfermo, sea agresivo o tenga fuertes problemas de comportamiento.

Silvia Serra, de la Sociedad Protectora de Animales de Mataró SPAM, recomienda que el Comité esté formado por el director/a del centro, el jefe de servicios de cuidadores y adopciones, el educador responsable del animal en el centro, o el jefe de los servicios veterinarios y etológicos. Por otro lado, es importante que los objetivos de este Comité estén enfocados a evitar individualismos a la hora de decidir. Es decir, si existe la posibilidad de que una decisión afecte, o pueda afectar, al bienestar de los animales, concretamente a la eutanasia de un animal enfermo o que tenga problemas de comportamiento, no puede ser una sola persona la que tenga que pechar con esta triste decisión. Por otra parte, una vez tomada, debe conseguirse que todos los miembros del Comité ofrezcan una imagen de unidad, y de responsabilidades.

DECISIONES Y MEDIDAS

Cuando se ha dictado una resolución determinada por el Comité, todos los miembros, trabajadores, voluntarios o colaboradores, independientemente de su opinión personal, deben aceptarla ante personas ajenas a la entidad. Además, se establecen una serie de posibilidades, como vetar una resolución si el veterinario o etólogo la considera un riesgo para personas o animales. Así, el procedimiento a seguir, sería que el miembro del servicio de etología enviara por escrito los motivos de su objeción, y tras 24 horas en convocatoria urgente y 72 horas en extraordinaria, se realizara una segunda reunión. Por otra parte, la dirección del refugio o el jefe del servicio de cuidadores y adopciones, tiene derecho a vetar una resolución del Comité si la considera un agravio laboral o un peligro para los trabajadores. En este caso el responsable tendría que enviar por escrito con los motivos de su objeción, realizarse una segunda reunión y si no se llega a un acuerdo, pedir la ayuda de colaboradores técnicos externos.

PROTOCOLOS DE EUTANASIA Y SACRIFICIO

En ocasiones es necesario realizar el sacrificio de un perro o gato, concretamente, cuando hay un sufrimiento físico, relacionado con el dolor y que no puede ser controlado de forma efectiva por los servicios veterinarios; o bien cuando hay enfermedades que afectan de manera importante la calidad de vida del animal o son transmisibles y que tampoco se pueden tratar de manera efectiva.

Otras causas serían el sufrimiento o riesgo etológico, que incluye reacciones o conductas estereotipadas que no responden a tratamientos, o medidas tomadas por el personal de la protectora de agresividad reiterada relativa a las personas. O, en el caso de los perros, a la imposibilidad de convivir con otros perros o con personas, quedando perpetuamente confinados en una jaula. Este aislamiento prolongado del perro en dicho espacio, es una de las condiciones que afectan más negativamente a su bienestar y se considera inaceptable.

Es importante destacar que la decisión de sacrificar un animal puede ser propuesta por cualquier miembro del Comité de ética de la protectora, que debe ser convocado ante esta posibilidad. Antes, se recomienda hacer una consulta informal a otros miembros del mismo Comité para evitar trámites innecesarios. Cuando hay sufrimiento agudo o de riesgo manifiesto para las personas, como por ejemplo si un perro es muy agresivo, los servicios veterinarios pueden decidir el sacrificio inmediato del animal, presentando un informe escrito con los motivos que justifican tal decisión.


Relación de contenidos por tema: Protectoras


Temas

Haz clic para seleccionar