La piel de la crueldad - ADDA

ADDAREVISTA 14

A pesar de la aparente nueva conciencia mundial en relación con el entorno, donde se incluye el respeto por los animales, parece ser que en España algunas desinformadas aún utilizan abrigos de piel.
Por eso, los pasados 12 de febrero de 1994 (sábado de carnaval) y 5 de marzo, unos veinte voluntarios de la ADDA nos movilizamos en Barcelona y formamos dos grupos informativos con la intención de manifestar públicamente nuestra oposición a la industria y tráfico de pieles finas.

La oculta realidad de nuestra industria peletera es inquietante. Por cada abrigo comprado, 20 zorros quedan atrapados en la cruel trampa Leghold. Los animales cazados con este atroz sistema (de uno a cuatro animales son desechados por cada animal del que se utiliza la piel) sufren daños en la dentadura al intentar morder desesperadamente el metal. También suelen empujar, torcer y mover la pata, cuando no se la muerden, hasta amputársela, de modo que logran escapar pero quedan gravemente heridos. Se trata de un método cruel prohibido en cerca de 60 países. Sin embargo, en Estados Unidos el 90% de los animales son cazados así.

Un abrigo de piel de granja "cuesta" 60 visones. Estos animales viven en jaulas de 40x40x50 centímetros hasta que son sacrificados. El stress producido por las jaulas les lleva a autolesionarse y produce la muerte del 20% de las crías. Los criadores han conseguido ciertas mutaciones para dar mayor rentabilidad a las pieles, pero que conllevan mutilaciones físicas y psíquicas. Las descargas eléctricas que se les practican a través de la boca y ano (uno de los sistemas de sacrificio) pueden oscilar entre los 12 y 200 voltios. El sacrificio por aspiración de gases letales como el dióxido el monóxido de carbono les hace sufrir una lenta agonía de veinte minutos. Por otra parte, los venenos o drogas suministrados no garantizan que los animales estén muertos antes de que se les arranque la piel.

Actualmente, la actitud del "yo no se nada" enmascara la más exacta del "yo no quiero saber nada". De ahí nuestra acción: es hora de que se sepa lo que esconden esos ostentosos abrigos arrebatados a sus dueños legítimos, los animales. La "elegancia", según la asociación americana PETA, consiste en vestirse sin crueldad. ADDA está llevando a cabo en este sentido una campaña solicitando el cierre de las secciones de peletería de El Corte Inglés, y sostiene que "su gran volumen de negocio así como la pluralidad de su oferta, no necesita apoyarse en la venta de artículos cuya confección comporta tanta crueldad" y que "lejos de verse perjudicados, sería buena publicidad como ejemplo de respeto, conciencia y modernidad", como ya han hecho otros grandes almacenes fuera de España. Este es el caso del prestigioso Harrods, en Londres.

Creemos que cuando sesenta millones de seres vivos son sacrificados cada año por un lujo innecesario, alguien tiene que dar la cara por quienes no la pueden dar. Y no olvidemos que callar es igual a aceptar.


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