Informe Ulises

ADDAREVISTA 11

Era evidente que ADDA, tarde o temprano, tendría que intervenir en el problema de Ulises. Conocedores del crecimiento de la orca en un reducido espacio, cada día más insuficiente, no se ignoraban unos, pretendidos, rentables proyectos del Zoo de Barcelona, aplazados, solamente, a raíz de una polémica desatada tres años antes. Recientemente, un informe, de casi setenta páginas, al que tuvo acceso el periódico La Vanguardia, de Barcelona, daba la voz de alarma sobre los síntomas que el animal, desde hacía algún tiempo, empezaba a manifestar. Durante varias semanas este rotativo, con gran interés, inició un seguimiento sobre el estado de Ulises y los proyectos en torno a él: contrastando y publicando opiniones de distintos grupos ecologistas y, también de los lectores, quienes se manifestaban a través de su prestigiosa sección de "cartas".

CONTACTOS CON LA WDCS.

En el mes de Octubre de 1992, miembros de ADDA, después de confrontar diferentes criterios y deseando llegar más al fondo de la cuestión, decidieron contactar con la Whale and Dolphin Conservation Society, WDCS -asociación británica conservacionista de ballenas y delfines-, quienes, como, expertos en la materia, podían despejar algunas incógnitas e inquietudes, que alrededor de la Orca, se estaban desarrollando; solicitando, también, las posibilidades y alternativas de ayuda que podían aportarse para su futuro.

Esta petición consolidó el interés de la WDCS, pues ya tenía referencias de Ulises, sumiendo durante los días siguientes a ambas organizaciones en una intensa actividad, contacto, y colaboración mutua. La WDCS contrastaba criterios con diversos expertos internacionales y analizaba, detenidamente, cada una de las posibilidades. Después de un serio estudio se llegó a la conclusión de proponer, con garantías de éxito, la reintroducción de la Orca a los mares de Islandia. Allí en donde fue capturada.

EL ZOO NO CONTESTA: PRIMERA RUEDA DE PRENSA

El paso siguiente consistió en contactar a los responsables del Zoo de Barcelona, solicitando una entrevista tendente a proponer el tema. No obstante, su disposición a tratar con una asociación conservacionista cualquier tema relacionado con Ulises, se manifestó, rápidamente, como nula. El silencio y el hermetismo, desde un principio, ha sido, siempre, el factor predominante. Conscientes de la situación y sin desánimo, a través de Inglaterra se continuó insistiendo hasta que, un escrito de Enric Mas, director del Zoo, dirigido a la WDCS, les invitaba a no preocuparse por el tema, anunciando que "en breve plazo, se tomaría la mejor determinación para el bienestar de Ulises". Se sabía cual era la "determinación" aludida y que ésta ya estaba tomada. Lo único que faltaba era el acuerdo oficial necesario que tenía que aprobar el Consejo de Administración del Zoo, compuesto, en su mayoría, por representantes de diversos partidos políticos. Faltaban pocos días para tomar la resolución, y, ante la negativa al diálogo, resultaba evidente que el factor tiempo iba en contra de poder debatir, seriamente, esta importante y atractiva alternativa. Persuadidos de la necesidad de divulgar la noticia, se decidió, con rapidez, convocar una rueda de prensa y, a través de los medios de comunicación, dar a conocer la posibilidad de liberar a Ulises. Esta novedad trastornó y frenó los planes concebidos por el Zoo, enojando a sus responsables.

A la rueda de prensa asistió, avalando la propuesta de la WDCS, el científico de reconocido prestigio mundial, Erich Hoyt, experto en Orcas en libertad y autor de numerosos libros sobre la vida y comportamiento de estos cetáceos. Asimismo estuvo presente un representante de la Generalitat de Catalunya pues, aquel mismo día, a través de su Conseller, se había dado soporte, en principio, a la idea.

PRIMERA Y ÚNICA, REUNIÓN EN EL ZOO

La propuesta publicitada, fue el desencadenante para que el día 17 de Noviembre el Consejo de Administración del Zoo se viese obligado a tomarla en consideración, acordando convocar una reunión de expertos en aras a dictaminar su viabilidad dando instrucciones a la dirección del Zoo de trabajar en ese sentido.

Si este acuerdo hubiese sido sincero y sentido, los acontecimientos habrían transcurrido en un clima diametralmente opuesto a como se iban a desarrollar. Los escritos y peticiones, por parte de ADDA y WDCS, para encontrar, de nuevo, un clima dialogante, chocaban con: silencios, reticencias, y dilatadas o escuetas respuestas. El obstruccionismo era la constante del Zoo. El logro de una primera, y única reunión, se convirtió en una labor harto difícil y, a la vez, esclarecedora de sus verdaderas intenciones.

Aparentemente, en la reunión, celebrada el 14 de Diciembre se asumieron, por ambas partes, unos compromisos mutuos: se hizo creer que se aceptaban los requisitos más fundamentales y necesarios para que los resultados de la Comisión pudieran ser fiables y rigurosos, aceptando, también, la fecha de la reunión para mediados de febrero de 1993, con un número adecuado de expertos alrededor de diez. El científico Erick Hoyt señaló, como imprescindible, para poder debatir todos los extremos, la presencia de especialistas en cuestiones específicas tales como: radioidentificación, y radiolocalización.

Lógicamente, se hacia referencia a expertos en cetáceos salvaje, y en programas de reeducación y rehabilitación, pues el tema que debería debatir la Comisión sería la reintroducción (liberación) de Ulises. Especialistas en ese ámbito de reconocido prestigio y acreditada solvencia, tan sólo hay un número limitado en todo el mundo. Enric Más, gerente del Zoo, solicitó que la WDCS facilitase una lista sobre esos peritos, asegurando que (sic) "analizada en conciencia, serían seleccionados los más idóneos para el caso".

ADDA y la WDCS insistieron y solicitaron la conveniencia que los designados fueran consensuado por las tres partes; pero el gerente, en ese punto, ya dio muestras de una gran reticencia. Se propuso que el profesor Alex Aguilar fuera el presidente de la Comisión. ADDA, a su vez, reclamó una plaza de observador silencioso, independientemente de las que pudieran tener el mismo Zoo y la WDCS. La WDCS, cumpliendo con lo acordado, pasó, a los pocos días, una lista, con referencias, de trece expertos en cetáceos en libertad y rehabilitación.

DECISIÓN UNILATERAL

Semanas más tarde, el Zoo tras un dilatado silencio, en una lacónica y escueta carta, notificaba tan sólo a la WDCS, que la reunión tendría lugar el 28 de Enero de 1993 -antes de lo acordado- enumerando la relación de los expertos seleccionados (tan sólo de seis, incluido el presidente), con la asistencia de dos observadores: el Zoo y la WDCS.

A la asociación ADDA se la ignoraba sin concedérsele la plaza de observador solicitada, debiendo ser informada a través de Inglaterra. De la estupefacción se pasó al disgusto y a la indignación. La respuesta de ADDA, una vez conocedora del escrito, no se hizo esperar, expresando su desacuerdo ante la nueva ausencia de comunicación así como, también, el rechazo por la toma de una decisión absolutamente cerrada y unilateral que vulneraba los acuerdos. La WDCS igualmente manifestaba, por escrito, su sorpresa y disconformidad, indicando que los expertos elegidos no eran los especialistas requeridos para el tema a tratar, y el número insuficiente.

El científico Erick Hoyt, no figuraba incluido en la lista del Zoo, ni se le mencionaba. De los expertos sugeridos por la WDCS tan sólo uno había sido seleccionado: Ken Balcom, al que, de hecho, nunca se invitó, según pudo confirmarse posteriormente. Dos días antes de la reunión ignoraba que ésta, tuviera lugar.

Todas las protestas y alegaciones fueron inútiles: el Zoo, fiel a su táctica, no respondía a ninguno de lo escritos, ya fueran de la WDCS o del ADDA. Tan sólo, cuando, por segunda vez, ADDA le instaba a dar una respuesta a través de una carta certificada y con acuse de recibo, respondió el gerente con leve ironía y sin aclaración. Una tercera carta y el anuncio de otra rueda de prensa determinó, por fin, la concesión de la plaza de observador para el ADDA. La WDCS nunca recibió respuesta a sus escritos.

Se pudo saber que Alex Aguilar. nombrado presidente de la reunión, asimismo había sido el comisionado -delegado por el Zoo- de la selección y convocatoria de los científicos. Aseguró que "estos habían sido elegidos bajo un criterio independiente, considerand número de seis, como suficiente".

SEGUNDA RUEDA DE PRENSA: CRÓNICA DE UN RESULTADO ANUNCIADO

De nuevo la fecha estaba muy próxima con las puertas cerradas a todo diálogo y avenencia. Habían sido vulnerados todos los acuerdos; el camino estaba trazado para que el desenlace o bien fuera negativo o, las conclusiones tan insuficientes que no podrían arrojar una base sólida capaz de aceptar un compromiso. Un dato importante respecto a la duración de la reunión, fue indicado por la WDCS en la reunión con el Zoo: como mínimo eran necesarios dos días para debatir el tema con rigor. Tampoco esto se iba a cumplir: un solo día bastó y sobró. ¡Imposible que tuviera visos de credibilidad!.

A dos días de la reunión, sólo quedaba la alternativa de lanzar la protesta, a través de los medios de comunicación. El día 26 de Enero, en una segunda rueda de prensa, convocada por ADDA y la WDCS, se daban a conocer los antecedentes que habían concurrido expresando su disgusto y malestar; avanzando un resultado evidente. La WDCS decidió retirarse en señal de protesta ante lo que consideró una comedia, mal representada, y orientada hacia un resultado previsiblemente negativo.

Con el fin de poder ser testimonio mudo de cuanto allí sucedería, ADDA, por su parte, decidió asistir como observador, juzgando, a posteriori, los argumentos y exponiendo su opinión al respecto. Esta plaza de observador, que tanto costó alcanzar, permite, ahora, informar a nuestros lectores de lo ocurrido y debatido en el seno de la reunión.


Relación de contenidos por tema: Mamíferos marinos


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