Comisión de Expertos, "Inexpertos" en libertad -Informe Ulises-

ADDAREVISTA 11

La Comisión convocada el 28 de Enero de 1993 por el Zoo de Barcelona en el hotel Plaza, nació, ya de origen, incapacitada para debatir lo que de ella se solicitaba: valoración de las posibilidades de reintroducción de Ulist en los mares de Islandia. Sus componentes, científicos calificados, evidentemente, en sus propias especialida eran legos y sin experiencia en programas de reintroducción al medio natural de mamíferos marinos careciendo, además, de conocimientos directos con orcas salvajes. Se exceptúa a Jim Heimlick, el único que pudo contestar de forma coherente a varias situaciones que se plantearon pero cuyos comentarios no fueron tenidos en cuenta. Había llegado aquella misma mañana retrasándose, en su espera, una ñora el inicio de ía reunión pues había sido avisado 24 horas antes y sustituía a Ken Balcom, (el único asignado de los 13 propuestos por la WDCS) quien no pudo asistir, sencillamente, porque no fue avisado. Un claro signo de que intentaban cubrir, mínimamente, el expediente.

CUBRIR EL EXPEDIENTE

Los conservacionistas propusieron, eso sí, como presidente a Alex Aguilar, y asimismo, que antes de dar a conocer los componentes, éstos, serían consensuados. Nada se cumplió. En tanto, el mismo Alex Aguilar colocaba a dos miembros de la Comisión Ballenera de la que él es presidente y con quienes, es de suponer, tienen una relación continuada. Durante la sesión destacó el factor prisa, desorden e improvisación; tanto por la agenda de preguntas y cuestiones a tratar, como en el orden y el análisis de las cuestiones sobre consultas planteadas que debieron ser rectificadas. Las hipótesis, las dudas, los condicionales y las contradicciones primaron en toda la reunión. El tiempo "real" dedicado al importante tema que les había convocado y que merecía ser motivo de un largo y estudiado análisis, descontado el retraso de una hora en su inicio en espera del especialista avisado 24 horas antes, las pausas de descanso, una hora y media para el almuerzo y el tiempo dedicado a las conclusiones para la prensa, quedó reducido a unas cinco horas.

Resulta poco comprensible que, en cinco horas, quienes no tenían la experiencia requerida y sin estar asistidos por peritos adicionales pudiesen dictaminar un hecho que se presentaba como una oportunidad y experiencia mundial; pero había que cumplir con lo que desde un principio se preveía y con cinco horas ya se consideraron capacitados para ello. La misma Margaret Klinowska en un momento del almuerzo comentó, visiblemente preocupada, a la observadora de ADDA, que resultaba imposible poder llegar a alguna conclusión aquel mismo día. Si sabía que no era posible: ¿Por qué se avino, a aceptar unas conclusiones precipitadas, en contra de su propio criterio?

UN INFORME, QUE DESINFORMA

Si se analiza el Informe de la Comisión (que por su extensión no puede reproducirse) que estima como no recomendable la reintroducción de Ulises, observamos que éste se basa en cinco extremos principales:

I.- Antecedentes. Comisión.- Corresponde a una breve historia de Ulises, su comportamiento, salud y relación con Nereida -la delfín-, las circunstancias que han precipitado la toma de decisiones y las posibilidades de cara al futuro.

2,- Revisión de anteriores reintroducciones. Comisión.- No se dispone de documentación y control continuo de reintroducciones. Se ha obtenido un éxito variable y se hace mención de las posibilidades de Ulises capturado a los 2 años, justo destetado, y que los 13 a pasados en cautividad pueden limitar su adaptabilidad.

Alegaciones.- Se citaron casos: cuatro con éxito, uno negativo y otro sin confirmación. N obstante tratarse de una cuestión importante no se presentó una relación exhaustiva -imposible, además, de reunir dado el poco tiempo con que fue convocada la Comisión- que contribuyese a dar una mayor información. No se analizaron los programas de reintroducción ni las razones que habían podido concurrir para que fueran un éxito o un fracaso. Lo más grave fue la ausencia total de peritos -por no haber sido consultados ni convocados- que pudiesen aportar datos concretos sobre sus propias investigaciones. Existen reintroducciones de delfines exitosas después de haber permanecido bastantes años en cautividad. Jim Hemlich, el único conocedor -presente- en orcas en libertad expresó su parecer que con los dos o tres años que Ulises vivió en el mar habría podido asimilar el lenguaje de su manada. En las conclusiones no se detecta que la valoración de Heimlich fuera tomada en consideración.

3.-Pasos a seguir para la reintroducción. Comisión.-No existen problemas para su traslado a cualquier lugar pues hay tecnología. Se precisarán los permisos pertinentes. (Sic) "la Comisión tiene en cuenta la anterior posición del Gobierno islandés oponiéndose a la reintroducción de orcas devueltas a sus aguas territoriales. Cualquier propuesta de reintroducción de cetáceos a sus mares de origen debe reconocer esta situación". Los animales sólo deben ser reintroducidos en sus lugares de origen. Para reintroducir a Ulises debe de estar sano y capacitado: ser curado de su absceso en la cola, sin enfermedades infecciosas, estrés, musculatura, reservas,... etc. No se puede evaluar la capacidad de navegación para reunirse con su manada y si ésta lo acogería.

Alegaciones.- Era lógico que la Comisión no encuéntrase dificultades en el traslado. Todas las ubicaciones y manipulaciones de estos animales, desde que son capturados, implican traslados de un lugar a otro. La Comisión, sobre este punto sí que tiene conocimientos ya que normalmente se relacionan con acuaramas y parques marinos; es decir, donde permanecen cautivos.

Punto crucial: la admisión o no de Ulises en Islandia. Aquí se rompen las reglas de la ecuanimidad y ponderación. El Dr. Geraci presentó ante la comisión dos escritos como documentos significativos y reveladores: un Fax de fecha 15/01/93 del Instituto de Investigaciones Marinas de Islandia al que se acompaña un informe de fecha 27/04/92, como antecedente negativo por parte de las autoridades Islandesas ante la tentativa de reintroducción a los mares de Islandia de otra Orca cautiva llamada Tillikum. Esto condicionó al resto de los comisionados que lo asumieron como una prueba decisoria y de validez oficial de parte de las autoridades islandesas. No se le concedió la atención y el análisis que el documento requería. De haber sido examinado con la precisión necesaria no les hubiera pasado desapercibido la omisión de un detalle de crucial importancia: el documento en cuestión no era "provinente" del Ministerio de Pesca (en inglés "from") sino que se trataba de un informe elaborado por Instituto Marino de Investigación, sin firma ni sello, expresando su criterio y dirigido al Ministerio (en inglés "to"). Una manipulación o "descuido" inadmisible por parte del Dr. Geraci. Con ello se contribuyó a mediatizar con un argumento más, en contra, las resoluciones de los integrante. Explicado en "román paladino" y para que todos lo entiendan: es como si en España nos presentasen un informe de una institución de veterinarios "dirigido al" ministerio competente aconsejando sobre la conveniencia -ponemos por ejemplo- de la continuidad del espectáculo taurino. Carecería de valor vinculante, o probatorio, y no podría ¡rogársele un valor suplantatorio respecto a la decisión del Ministerio que es quien, en última instancia y de forma directa, debería manifestarse. ¿Por qué en lugar de presentar un informe del Instituto Marino de Investigación, como una negativa del gobierno irlandés, no se presentó el documento oficial que debía probar, efectivamente, si ese Gobierno había rechazado la reintroducción de Tilikon en sus aguas, y por qué Geraci se apresuró a estimar que el caso de Ulises sería igual no dejando suponer lo contrario?.

El mismo Jim Heimlich, convencido de la veracidad del documento sobre la mala disposición del Gobierno, reflexionó con sus colegas sobre la posibilidad de abordar y convencer al Gobierno ok que no habría peligro. A lo que le nuevo Geraci cortó con un "no saber hasta que punto se podrían dar garantías".

4.-Interacción Ulises/ecosistema islandés.Comisión.- Se especula con la posibles dificultades de Ulises para encontrar alimentos en el mar o que siguiendo barcos de pesca pueda resultar dañada. Existe un riesgo evidente de transmisión de enfermedades a la población salvaje.

Alegaciones.- Nuevamente la Comisión se mueve dentro de las especulaciones y las hipótesis. La alegación de "existen interacciones de Orcas con flotas pesqueras de arengue y halibut en aguas de Islandia. Que las Orcas asocian tales flotas con alimento y que esto suponiendo ya a Ulises en el niar. con su manada, puede resultar tanto un beneficio como un riesgo "es tanto como no decir nada. O, peor aún. es como si preguntando a un experto metereólogo respecto a la temperatura que hará manyana, éste nos respondiera: ¡igual puede hacer frío que calor!. ¿Y esto será positivo o negativo? ¡Depende!. Esta respuesta aparte de no comprometer a nada, no despejaría ninguna incógnita y pensaríamos ¿de qué sirve el estudio de la ciencia de la metereología?. Centrando el tema en la reunión: ¿Por qué se limitaron a especular con hipótesis siempre más negativas que positivas? ¿La falta de experiencia específica en las cuestiones planteadas les hizo eludir decisiones comprometidas? ¿Por qué, en lugar de reunir una comisión de expertos propensa a divagar, no fueron invitados quiénes podían aportar más experiencia, datos y conocimientos sobre las orcas en libertad? Quien, o quienes, prepararon la agenda no desconocían que habría que dar respuestas más específicas y coherentes sobre todos los puntos a tratar.

El tema de las posibles enfermedades ya se ventilaba públicamente por los comisionados catalanes antes de la celebración de la reunión, adelantando acontecimientos y creando estado de opinión. Algo impropio de la ética y seriedad que cabía esperar.

Como era evidente que el resultado de la Comisión incidiría especialmente en la "pega técnica" de posibles enfermedades transmitidas, este tema precisaba de una más amplia cobertura y atención dentro del seno de la misma Comisión, con la presencia de un equipo de dos o más veterinarios que pudieran, discutir, contrastar, analizar muy cuidadosamente los antecedentes -si los había- y las razones que pudieran avalar la validez de esta sospecha o posible inconveniente. Tampoco esto fue considerado así por quienes sabían muy bien que, con la hipótesis de un posible "virus" podrían dar con el talón de Aquiles. Así pues se ventiló otra probabilidad - reproducimos textualmente el párrafo de las conclusiones- "puede haber riesgos negativos para la población". ¿En qué se basó "puede"?

Durante el tiempo que duró la reunión, especialmente el dedicado a ese "delicado" punto surgió la pregunta de si la Orca podría ser considerada vector de gripe. La única respuesta provinente del veterinario Geraci fue la de mencionar que: "un virus había sido causante de una epidemia en leones marinos". Añadiendo: "que se podrían hacer estas pruebas y que se desconocía lo que puede afectar a los delfines" (que indudablemente no son leones marinos). Finalizando la citada cuestión con "nunca podemos estar absolutamente seguros de que esto no pueda ocurrir".

Basándonos en una razonable lógica, a los profanos en la materia se nos ocurre reflexionar hasta qué punto puede ser decisivo y equiparable "un precedente" teniendo en cuenta de que se daba como referencia un caso ocurrido en una especie diferente a la del motivo de la discusión, extrapolando esta experiencia como posible "handicap", sin tener las pruebas científicas de que este riesgo se pueda repetir. Si así fuera, todos los programas de reintroduccion de especies a sus hábitats naturales se estarían realizando bajo un alto riesgo potencial de causar epidemias entre sus propios miembros, e incluso, de otras diferentes. ¿Tan arriesgados y poco científicos han sido los programas de rehabilitación realizados hasta la fecha?

Las Orcas pertenecen a la familia de los delfines; hasta el momento: presente, se han realizado diversas liberaciones de delfines, algunos con un historial de años de cautividad sobre sus aletas. No hay evidencias, ni se mencionó en la reunión, que estas liberaciones hayan originado epidemias ni han representado un peligro para la especie. Lo que sí es una realidad, son las continuas enfermedades y epidemias de delfines motivadas por los desechos, polución y contaminación de las aguas.

El mismo Dr. Geraci señaló que era factible realizar diferentes pruebas a Ulises, evaluando los posibles riesgos, antes, y en caso de proceder a su liberación. Fue él. también, quien subrayó la necesidad que el capítulo de la salud debía ser "determinado por un grupo reducido de expertos porque este es el más importante". Aunque el presidente de la Comisión. Alex Aguilar, hizo constar esta observación para el capítulo de las conclusiones: "Si se decide liberar a la orca habrá que reunir a otra comisión para debatir este tema", inexplicablemente este punto no figura en ningún lugar de las conclusiones circuladas a la Prensa.

Considerando los antecedentes que concurrían, el número de expertos, la experiencia y calificación de conocimientos, la apresurada precipitación de la convocatoria, las enormes lagunas y dudas, las hipótesis, y otros aspectos, resulta, cuando menos extraño que la Comisión pudiera llegar a algún tipo de conclusión. La cuestión y la trascendencia del suceso no tan sólo redunda en si el resultado fue negativo o no. Lo serio y nada tranquilizador fue su aveniencia a pronunciarse en algún sentido, con el carácter concluyente que implicaba. Una Comisión que, de hecho, no debatió nada científicamente, si nos ceñimos exclusivamente al tema que les convocó: liberación de Ulises o no.

OMISIONES ESPECULATIVAS

No se han reflejado en las conclusiones ninguna recomendación o factor de riesgo que implica su nueva ubicación, una vez trasladado Ulises al Sea World, a pesar de que el experto Jim Heimlich señaló que "los efectos negativos enumerados en relación a su liberación podían ser extrapolados al lugar en donde se proponía el traslado." Los argumentos negativos que habían girado en torno al contagio por virus, de ser ciertos, significarían también un factor de riesgo para las Orcas que habitan en Sea World. La dificultad de readaptación también se planteará en su próxima ubicación. La posibilidad de rechazo de sus futuras compañeras tiene muchas más probabilidades que en el mar, ya que, éstas son miembros provinentes de otros hábitats, cruzados, con distinto dialecto y con el factor de estrés y agresividad común a todos sus parientes cautivos. Existen precedentes de agresiones mortales de una Orca a otra, resultado lógico de el grado desequilibrio y tensión que se les produce, agravándose cuanto más larga es su supervivencia en cautiverio.

El "stop genético" aludido por el Dr. Geraci durante la reunión en relación a que no se deben entremezclar las especies (refiriéndose a la liberación) no se toma en consideración cuando el cruce genético se provoca intencionadamente en cautividad: Ulises ejemplar puro en su especie será cruzado con miembros de otras clases en el parque Marino de Sea World.

5.- Comentarios a la propuesta de la WDCS. Comisión.- No se ha recibido un programa de reinserción por parte de la WDCS y debería ser revisado críticamente.

Alegaciones.- La WDCS, al igual que ADDA, vio desde un principio que la Comisión convocada era unilateral, sin la especialización necesaria y predispuesta a manifestarse en contra de la reinserción. Presentar un programa bajo estas circunstancias equivalía a la crítica sistemática de todos sus apartados que serían analizados en su aspecto desfavorable. No tan sólo la WDCS no presentó el programa sino que tampoco asistió a la reunión en la que tenía una plaza de observador.

6.-Recomendaciones finales. Comisión.- Corresponde a una recopilación de lo anterior. Se solicita que se emprendan "urgentes negociaciones" para alojar a Ulises en otras instalaciones adecuadas. Hay que evitar que en el futuro surjan situaciones parecidas.

Alegaciones.- En resumen: no sólo aconsejan los fines comerciales previstos por el Zoo de Barcelona dándole visado de urgencia rumbo al Sea World de los EEUU, sino que además se acepta el no recomendar posibles reintroducciones futuras; El Dr. Aguilar considera preferible la eutanasia a la libertad.


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