Ya es historia

ADDAREVISTA 51

Ya es historia -Enrique Delgado Schwarzmann. Abogado. Málaga.

Ya pasó a la historia la muerte de un toro de muchos kilos que ha costado seis mil euros al erario de un pueblo que tiene una deuda de más de un millón setecientos mil euros, para entretenimiento y alegría de sus casi nueve mil vecinos (algunos no) y es un ejemplo más de la incultura, la barbarie y la sinrazón que todavía domina nuestro país, junto a la jauría de «desgraciados cuidadores de tradiciones» que incitan a mantener vivo el dantesco espectáculo que hemos vivido y seguiremos viviendo.

No solo este, muchos más en los que la España negra y la de todos los días prefiere no mirar. Esta, que además es fiesta con privilegios. Tanto Suárez como Aznar se encargaron de santificarla a los altares de las fiestas patrias de especial talento cultural, y ni González, ni Zapatero ni nuestro presidente Rajoy han intentado alterar o cambiarla. El silencio, la tolerancia o la indiferencia son la respuesta generalizada por parte de las autoridades públicas. Todas. Incluidas las «cultas» y relamidas catalanas que prohíben toros, pero permiten quemarles la cabeza.

Ahora, infelices ciudadanos vamos recogiendo firmas, panfletos y esperando promesas falsas e incumplidas de los que en los próximos meses se presentan a presidir España. Nuestros padres de la patria.

No tengo la menor duda de que solamente el empuje de asociaciones, partidos y ciudadanos nobles pueden sacarnos de esta España negra que define la Asociación ADDA, dedicada a la defensa del derecho de los animales, o el partido PACMA, que también juega en la vida política con escaso eco; tenemos variopintos ejemplos, como el «toro emplumado con dardos», en Coria, este repugnante «Toro de la Vega», en Tordesillas, la «diversión» de torturar y/o matar animales, como el «toro ensogado, toros embolados o «de fuego», «correbous»… todos ellos basados en la diversión de la tortura y el martirio de seres vivos y otros muchos dignos de ser tenidos en cuenta. Pobres becerros y toros víctimas, durante muchos minutos, de esfuerzos violentos, caídas o atropellos. Golpes, patadas, maltratos, golpes contra el cuerpo del animal, encierros, caídas, fracturas y carreras por calles con la grata compañía de «nobles» ciudadanos que les vociferan y les pegan. Allí en Cataluña, Comunidad de Valencia, Aragón y Andalucía.


No hablemos del abandono de animales o el ahorcamiento de los galgos por los aguerridos «señores» de la caza, defensores de la naturaleza y de los espacios protegidos…

Traigo todo a colación, ya que recientemente se ha modificado el código penal en España, castigando con penas nada severas, de tres meses a un año de prisión (art. 337 CP), que no se cumplen nunca, a los que por cualquier medio o procedimiento maltraten, se dice, injustificadamente (claro, porque debe haberlo justificado) a un animal, les causen lesiones, medie ensañamiento o en presencia de menores o se les cause la muerte… O los maltraten cruelmente en espectáculos no autorizados legalmente…

Obviamente, se puede maltratar cruelmente si el espectáculo está autorizado; como no podía ser menos, nuestra fiesta de interés turística, que declaró Suárez, y nuestro espectáculo taurino tradicional por excelencia, que Aznar elevó a los altares es el famoso torneo de Tordesillas.

Amplia visión de nuestros políticos a la vista de los miles de turistas que acuden a esta fiesta para tratar de pararla y los miles de ciudadanos que dentro y fuera de este pueblo se manifiestan contra tamaño dislate, que indigna y avergüenza a la gran mayoría de ciudadanos, degrada a quienes la practican y desacredita la imagen de un país que aspira (no lo logrará) a ser progresista y civilizado.

Ahora, próximas las elecciones en este país de toros, fiestas, vírgenes, santos y parados con derechos o sin derecho a prestaciones, deberíamos velar por saber qué piensan, qué decisión y qué programa incluye acabar con estas «tradiciones» tan españolas.

Resta decir que el Estado Islámico corta cuellos por divertimento y mata también cristianos que a nadie de allí ofende (tradición), y que en la Roma de antaño se quemaban fieras y se mataban cristianos y negros para divertimento del pueblo y por tradición. ¿O eso no era juerga, fiesta, ambiente y tradición?

Pues en el famoso pueblo de Valladolid, donde se firmó un tratado entre los reinos de Castilla y León y el rey de Portugal para la conquista del nuevo mundo, las Américas, hoy es famoso por sus atrocidades, haciendo alardes de la crueldad contra los animales y en la educación a los niños en la celebración de esa barbarie.

Malditos inconscientes que torturan a un ser vivo. Hacen un espectáculo y crean empleo, atrayendo cientos de ciudadanos a su pueblo, indignados y dolidos, y guardias civiles y policías a vigilar el orden de la cruel fiesta. Perdón. Es un espectáculo autorizado legalmente. Art 337 del Código penal. ¡Qué país!

Cuidado con los políticos que prometen, prometen y NUNCA CUMPLEN.

Diciembre 2015


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