Pollos para engorde

ADDAREVISTA 23

Seleccionados científicamente para crecer con rapidez, los pollos para consumo de carne son sacrificados a las 6 o 7 semanas de vida. Nacen, crecen y mueren sin conocer el contacto maternal. Sin la gallina, que en condiciones naturales protege a sus pequeños con valentía, los polluelos deben arreglárselas por si mismos desde el primer hasta el último día de su vida.

La cría selectiva mediante la biotecnología de "aves hambrientas" y la adición de substancias en la comida para acelerar su crecimiento consiguen un animal dos veces más pesado de lo normal a las pocas semanas de vida. El resultado científico de esta selección supone un gran sufrimiento para las aves, debido a las alteraciones de su esqueleto y órganos internos. Sus frágiles patas que deben soportar un peso igual al doble de lo normal se rompen con facilidad, y sus articulaciones, a menudo dolorosamente deformadas, se dislocan.

La enfermedad denominada "ascitis", que produce una acumulación de líquido interno y sanguinoliento, está asociada con "el elevado requerimiento de oxígeno debido al acelerado crecimiento del pollo para consumo, combinado con un espacio menor de su cavidad para la circulación de la sangre a través de los capilares de los pulmones". A la mayoría de pollos se les ulceran las patas y sufren quemaduras en los corvejones.

ALTERNATIVAS:

  • Sistemas menos crueles deben ser puestos en práctica.
  • Potenciar la avicultura tradicional.
  • A través de la legislación deben ser mejoradas las condiciones de vida. 
  • Evitar el consumo de pollo provinente de cría  intensiva masificada.

 

Ong ADDA  -Junio/Diciembre 2001


Relación de contenidos por tema: Cría intensiva


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