Gerhard Schmid entregaba en junio de 1988 un Proyecto de Informe sobre la prohibición de manifestaciones deportivas crueles con los animales, que sería, más tarde, presentado a la Asamblea Plenaria del Parlamento después de seguir los trámites de discusión y enmiendas.
Esta propuesta de resolución, vistas otras y abundantes presentadas en los años 1985, 1986 y 1987, solicitando en lo referente a las corridas de toros, su prohibición; consideraba que la Comunidad era algo más que un mercado común y al perseguirse la Unión Política Europea, ésta debe basarse sobre un mínimo de valores y convicciones comunes: valores a la dignidad humana, al ordenamiento político y a las relaciones con la naturaleza y los animales.

Lamentaba y consideraba que, por razones económicas, se cometan crueldades con las crías intensivas y la experimentación animal, así como las que se realizaban con el pretexto de fiestas y tradiciones. Reconociendo que el Parlamento sólo tiene jurisdicción en materia económica, invocaba la autoridad moral haciendo hincapié en la influencia embrutecedora de estas prácticas sobre los niños y la juventud. Solicitada a través de todos los Estados miembros que agilizasen, si carecían de ellas, una legislación de protección animal y expresaba su deseo que en una normativa de la Comisión de Estados Miembros se guiasen por los principios de:

1.- Prohibición de las fiestas con animales.

2.- Modificar el reglamento taurino español para «convertir las corridas de toros en una competición no sangrienta en la que el hombre y el animal midan sus respectivas destrezas».

3.- Supresión de los caballos en las corridas de toros.

4.- Supresión de peligros y crueldades innecesarias en competiciones deportivas que sin ser el propósito la muerte del animal, pueda producirse ésta.

Es clarificador para el lector conocer algunas de las enmiendas al Informe —nos referimos a las referidas exclusivamente al tema taurino— presentadas por la euro-parlamentaria española Carmen Diez de Rivera Icaza (PSOE) quien, sin duda obedeciendo a consignas de partido, intervino ampliamente en favor de las corridas de toros, si bien es de reconocer que en bastantes otras, que no se referencian aquí, intentó un mejor trato para el resto de los animales.
Interesaba que constase lo más explícitamente posible el concepto de cultura y tradición, y así se aprobó incluir que «las distintas culturas y tradiciones constituyen una inestimable riqueza patrimonial que la Comunidad debe proteger y estimular evitando todo afán uniformador o supresor». Pero fue rechazada lo que considera como de «... intromisión en las actividades culturales /.../ solicita que sean retiradas las corridas de toros por caer fuera de las competencias comunitarias, al formar parte del patrimonio cultural de los distintos pueblos de España».

El Informe Schmid fue llevado al Plenario del Parlamento el día 14 de febrero de 1988. En las postrimerías de la sesión y a última hora de la tarde con una sala prácticamente vacía y cansada, el filibusterismo político que permite el reglamento hicieron que capitaneados por el «corsario» Navarro (AP), apoyados por el grupo socialista, los entonces fraguistas consevadores Pío Cabanillas —ya fallecido— y Carmen Llorca junto con el comunista Gutiérrez Díaz «El Guti», forzasen una votación logrando que el Informe fuese devuelto a la Comisión por 37 votos a favor, 22 en contra y tres abstenciones (¡62 presentes para 530 escaños!). Allí, desde entonces, espera su «resurrección».

Ong ADDA  -Octubre/Diciembre 1991