¿Quién será el "vurro" Heredoto

ADDAREVISTA 21

ADDA y ADEBO, hace años que solicitaron, sin éxito, a la Real Academia de la Lengua Española que se distinguiese para la acepción peyorativa de la palabra burro, la variante con ve, o sea vurro. Se basaba esta solicitud en la sabiduría de este noble animal que, ya sea en estado salvaje como doméstico, ha ido demostrando, sobradamente, a través de los siglos la ayuda que ha hecho -y está, todavía, haciendo en otros países- al hombre. En España, concretamente, el burro se encuentra, después de haber sido sustituido por el tractor y otra maquinaria agrícola, en estado de extinción siendo muy loable la labor que lleva a cabo ADEBO (Asociacióbn para la Defensa del Borrico) en Rute (Córdoba).

Con motivo de las elecciones autonómicas catalanas del pasado mes de octubre de 1999 aparecieron en Barcelona unos posters bajo el genérico Tiene más de 18 años... y no vota. Curisamente figuran como promotores un aparecido CNJC (Consejo Nacional de la Juventud de Catalunya) y la Plataforma de Asociaciones y ONG juveniles. Los esponsor -suponemos de donde sale el dinero- son otros desconocidos: el FUS y la Fundació Jaume Bofill. Amplio e inescrutable es el manto de los políticos. El anuncio, sin más miramientos, tiene un claro mensaje para el ciudadano no más despierto que sí preocupado en sus quehaceres cotidianos: convocarle, si es joven, a acudir a la llamada electoral. Lamentablemente la juventud pasa muchas veces de la política sin saber ni pensar que en un estado, digamos, democrático, el voto es la única oportunidad que dispone para poder hacer valer su criterio. Y que votar es un hecho de capital importancia para poder participar en la buena marcha de su país. Quejarse sin pasar por las urnas es como aquel que espera que le toque la lotería sin comprar un décimo.

Visto el anuncio, desde la parte de la defensa de los animales, es absolutamente injurioso para estos pues utiliza la imagen del burro en su aspecto de necedad, o falto de entendimiento, para convertirlo en lo que nosotros diríamos un vurro. Y como un anuncio tiene que ser impactante y directo, para llamar la atención lo más posible en el menor tiempo, no hay que darle vueltas: quien no vota es un burro (vurro para nosotros). Abunda, por lo tanto, en el inmerecido desprecio hacia este inteligente animal. Lo firma la agencia publicitaria Claret, Serrahima y Asociados. Pero para quien no tenga tanta prisa y quiera detenerse a pesar, puede encontrar otra lectura que es posible que los señores Claret, Serrahima y sus asociados no hayan caído en cuenta. Dado que el burro es un animal de amplios conocimientos e inteligencia, y más si ya ha cumplido los 18 años -un burro vive sobre 25 años-, o sea que si fuese un humano tendría 34 años, edad espléndida de madurez, su sabiduría nos dice que no se debe votar. En qué quedamos ¿votamos? ¿no votamos? Total que estos desconocidos: CNJC, su plataforma, el misterioso FUS y la Fundació Jaume Bofill nos han situado en un brete y no sabemos ya que hacer, ni votar. Me equivoco, sí que sabemos que hacer: darles un supino suspenso a todos ellos.

 

Ong ADDA   Mayo 2000


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