Siempre es un buen momento para estudiar, Sr. Ramón Pi - Manuel Cases

ADDAREVISTA 26

"El mejor de los animales será, esencialemnte, inferior al peor de los humanos".
Este es el colofón de un articulo que bajo el titulo “Perros y otros animales”, firma Ramón Pi aparecido recientemente en la revista HOLA (nº 3.045.5/12/2002)

Pi, otro de los catalanes afincados en Madrid, ha sido uno de los tertulieros –tal vez, el primero- que en aquel famoso y escuchado programa “ La Espuela”, hacía gala de sus acerados, incisivos y ocurrentes comentarios, que sirvieron de escuela para tantos otros seguidores que, con mayor o menos fortuna, le han imitado. Después, aunque no he seguido su trayectoria, continúa en activo en ese deambular –sin carnet de paro- tan propio de los medios de comunicación.

Veo, ahora, que aparece como columnista de HOLA y cuando, cobrando, hay que cubrir un espacio y se echa mano de temas en los que no se está preparado, meterse en un berenjenal conduce a lo que los catalanes llamamos pixar fora del test (mear fuera del tiesto). Comparar, cualitativamente, inteligencias de humanos con animales no deja de ser una boutade. Sí, que hay mejores y peores humanos en cuanto a conductas y sentimientos. Pero este baremo, afortunadamente, no es extrapolable a los animales que responden a conductas biológicas y códigos genéticos según raza, especie y medio en el que se encuentran. Esto me recuerda aquella frase pronunciada con motivo de una de las Convenciones de ADDA en Oviedo, cuando el decano del Colegio de Abogados, quien amablemente nos acompañó, decía “cuando defendemos a los animales por lo menos estamos seguros de la inocencia de nuestros clientes”. Como Pi, por la superficialidad de sus conocimientos animalistas tiene que centrarse en el perro (no llega al gato) nos lo presenta diciendo “parece que comprende su inferioridad respecto al hombre”, no hace más que caer en un seguido de simplezas.

¡Qué poco conocimiento –no tiene rubor en manifestarlo- demuestra por los perros! Si fuese poseedor de uno de ellos (no propietario pues consideramos que un animal viviente y sintiente no puede ser propiedad de nadie a forma de esclavitud) y se hubiese interesado por dedicar su inteligencia –humana- a estudiarlos e intentar comprender sus reacciones, actitudes y respuestas, vería que hay mucho que “una actitud de servicio y dependencia permanente” Y de este estudio, persona tan capacitada como él, podría sacar enjundiosos artículos y comentarios mucho más edificantes y educadores para sus congéneres humanos que los ahora expresados.


Siempre es un buen momento para estudiar, Sr. Ramón Pi - Manuel Cases

ADDAREVISTA 26

"El mejor de los animales será, esencialmente, inferior al peor de los humanos"

Este es el colofón de un artículo que, bajo el título de "Perros y otros animales", firma Ramón Pi reciente­mente en la revista HOLA (no 3.043. 5/12/2002).

Pi, otro de los catalanes afincados en Madrid, ha sido uno de los contertulios —tal vez, el primero— que en aquel famoso y escuchado programa, "La Espuela", hacía gala de sus acerados, incisivos y ocurrentes comentarios, que sirvieron de escuela para tantos otros seguidores que, con mayor o menos fortuna, le han imitado. Después, aunque no he seguido su trayecto­ria, continúa en activo en ese deambular —sin carnet de paro— tan propio de los medios de comunicación.

Veo, ahora, que aparece como columnista de HOLA; y cuando, cobrando, hay que cubrir un espacio y se echa mano de temas en los que no se está preparado, meterse en un berenjenal conduce a lo que los catala­nes llamamos pixar fora de test (mear fuera del tiesto). Comparar, cualitativamente, inteligencias de huma­nos con la de animales no deja de ser una boutade. Es cierto que hay mejores y peores humanos en cuanto a conductas y sentimientos, pero este baremo, afortu­nadamente, no es extrapolable a los animales, que res­ponden a conductas biológicas y códigos genéticos según la raza, especie y medio en el que se encuen­tran. Esto me recuerda aquella frase pronunciada con motivo de una de las Convenciones de ADDA en Oviedo. cuando el decano del Colegio de Abogados, quien amablemente nos acompañó, decía: "cuando defendemos a los animales, por lo menos estamos seguros de la inocencia de nuestros clientes". Como Pi, por la superficialidad de sus conocimientos animalistas, tiene que centrarse en el perro (no llega al gato), nos lo presenta diciendo: "parece que com­prende su inferioridad respecto al hombre"; no hace más que caer en una serie de simplezas.

¡Qué poco conocimiento —no tiene rubor en manifes­tarlo— demuestra de los perros! Si fuese poseedor de uno de ellos (no propietario, pues consideramos que un animal viviente y sentidor no puede ser propie­dad de nadie a manera de esclavitud) y se hubiese interesado por dedicar su inteligencia —humana— a estudiarlos e intentar comprender sus reacciones, acti­tudes y respuestas, vería que hay mucho más que "una actitud de servicio y dependencia permanentes"; y de este estudio, una persona tan capacitada como él, podría sacar enjundiosos artículos y comentarios mucho más edificantes y educadores para sus congé­neres humanos que los ahora expresados.

Manuel Cases. Director ADDA Defiende los Animales

 

Ong ADDA   Enero/Junio 2003


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